Multitudinaria jornada en los el salón Castilla de los Diezmos en El Burgo, con homenaje a una trayectoria hostelera y con protagonismo a las generaciones que mantendrán esta tradición rito gastronómica que gira en torno al cerdo.
Pocos, muy pocos, son los eventos gastronómicos que lleven siendo celebrados durante cincuenta años. Y menos aquellos que tengan como protagonista al cerdo, en los fogones y en los platos. El Burgo de Osma puede presumir de ello, con la familia Martínez Soto como emprendedora de las Jornadas de la Matanza del Virrey Palafox y que sigue en la brecha.
Hoy sábado, el salón Castilla de los Diezmos, en pleno corazón de la Villa Episcopal, tenía lugar la celebración del medio siglo de andadura. Una jornada multitudinaria, con música de dulzaina acompañando el yantar y con la hospitalidad y cercanía que esta familia ha sabido procurar y dispensar, de siempre, a los comensales.
Este año no se han echado en falta caras conocidas a nivel nacional. Han sido los propios regentes quienes han querido mostrarse ante sus incondicionales con esa unidad y profesionalidad que les caracterizan. Tres generaciones, con sus caras y presencia se han plantado ante los comensales para agradecer la confianza y para garantizar su compromiso en lo que es la continuidad del negocio.
Intervenía en primer lugar Gil Martínez Soto, quien lanzaba esta singladura hace cincuenta años. En sus palabras hacia la concurrencia ha confesado que lo mejor de todo este tiempo "sois vosotros, que compartís mesa y mantel". La celebración tenía muchos motivos para ser oficiada, pero sobre todo, ha sido "por todo lo sembrado".
En sus alabanzas hacia el cerdo, Gil Martínez ha recordado que este animal en la mesa fue denostado por los facultativos pero ahora "es el más elogiado". Ha traído también a la memoria los "trueques" de antaño que se hacían con los productos que daba el gorrino, que se traducían en que una parte de magro equivalía a cinco de tocino, tajada esta que servía para el abastecimiento doméstico de aceite en los hogares de antaño.
Ya en la segunda generación, Marina Pascual ha expresado que aquella idea se ha convertido ahora en "algo grande y significativo", gracias al esfuerzo, voluntad con la que se hacen las grandes cosas. También ha echado la vista atrás donde ha habido tiempos de "renuncias" que al final han tenido su recompensa "viendo disfrutar a nuestros clientes".
Pasando ya a la tercera generación, Gadea Martínez, nieta de los precursores, ha recalcado de sus predecesores en el negocio que han sido "grandes trabajadores" y que ahora toca seguir en la labor en esta edad juvenil, cosa que ya está haciendo. Ha aludido al millar de personas que cada fin de semana de las jornadas acuden a la localidad, que pese al frío tiene su encanto. Un compás de "invierno de fiesta, de colores, de juventud y de comida".
Con tan solo 11 años intervenía Candela Alcalde Martínez, quien se ha hecho acreedora de esa "responsabilidad" que supone el "mantener viva la tradición" y se ha mostrado dispuesta a dar seguimiento a las jornadas, para lo que ya está, "en lo que puedo", ayudando en los fogones.
Finalizaba las intervenciones Beatriz Martínez, consejera delegada del Virrey, para enviar "un mensaje de gratitud" hacia los presentes, haciéndoles responsables de haber materializado "un sueño" que pone a El Burgo de Osma en el mapa, convirtiendo este ciclo en un "referente cultural y social", sin olvidar que organizar este evento sigue siendo "un desafío" cada año.
La ceremonia de apertura ha contado, como es costumbre, con la proclamación de los nuevos matanceros de honor, que este año son ya Paco Cruz, de Food Manager; la Asociación Viñas Viejas de Soria; Yolanda de Gregorio, delegada territorial de la Junta en Soria y también burgense; la empleada en el establecimiento Ana Romero y el periodista madrileño y afincado en Soria Juan Carlos Hervás.
También ha habido hueco para reconocer el aprecio a otras personas como el Mago More y el ganadero y proveedor del Virrey desde hace 33 años Juan Gómez. Han sido encargados de oficiar el troceado, con plato, de los cochinillos asados.
En torno a 500 de personas acudían a la cita con la que se abren estas jornadas que se prolongarán todos los fines de semana hasta el 13 de abril. Para que todo resulte a pedir de boca, y nunca mejor dicho, son un centenar las personas que trabajan para que no falte detalle en los 22 platos que incluye el menú y se pueda proclamar, bien servidos y nuevamente, con 'orgullo matancero', el dicho "Como es de ley, hace matanza el Virrey".
Las fotos, con el acto matancero previo al banquete, en este enlace.