Mañana se celebra la Jornada de la entidad en la parroquia de Santa Bárbara. Ayer se presentaron los proyectos de Mozambique y Bolivia en los que trabajará la delegación perteneciente a la Diócesis de Osma-Soria.
La Diócesis de Osma-Soria, a través de Manos Unidas, asume dos proyectos de cooperación para desarrollar durante el presente año 2025. Se trata de dos iniciativas muy similares que se llevarán a cabo en Bolivia y Mozambique para mejorar la formación y la seguridad alimentaria de los territorios. El año pasado, la Diócesis logró recaudar para una causa parecida 42.000 euros.
El vicario general de Osma-Soria, Gabriel Ángel Rodríguez Millán, preside mañana domingo la eucaristía con motivo de la Jornada Nacional de Manos Unidas. Una cita que será a las doce del mediodía en la iglesia de Santa Bárbara de la capital.
Este sábado, en el salón Gaya Nuño del Círculo Amistad Numancia, se presentaba la campaña de este año. Intervino el párroco de Almazán, Álvaro Chávez, que pudo compartir con los asistentes su experiencia misionera en Japón, Estados Unidos y Uganda. También tomó la palabra la delegada de Manos Unidas en Soria, Pilar Calonge, que habló sobre su viaje de formación a Bolivia. Como cuenta la delegada, al viajar a las tierras de misión es donde verdaderamente se comprueba que el dinero de aquí, allí se multiplica para hacer el bien.
El primer proyecto se sitúa en Bolivia, en el Departamento de Chuquisaca, en las comunidades de Montegrande y Mendoza, con gran vegetación arbórea y masas boscosas. La influencia del cambio climático ha llevado a una disminución de recurso hídrico y a una escasa disponibilidad de alimento de valor nutricional. La mujer cumple varios roles: madre y cuidadora de la familia, labores agrícolas y ganaderas… Este proyecto busca manejar de manera eficiente los recursos naturales, diversificando la producción agropecuaria y con una adecuada gestión del agua: protección del suelo, abonos orgánicos, diversificación productiva, mejora de semillas,
construcción de depósitos de agua… la finalidad es que ellos aprendan mientras se pone en práctica esta ayuda durante un año.
El otro proyecto se sitúa en el extremo noreste de Mozambique, a orillas del Océano Índico. La invasión de empresas extractivas de minerales y la explotación de grandes masas de gas, ha supuesto la desposesión de territorios y reasentamiento de la población, especialmente de la población cristiana ya que la religión dominante es la musulmana. En el área de Minheune, distrito de Ancaube, se está agrupando esta población reasentada, lo que origina conflictos económicos y religiosos. En este contexto se instaló una comunidad escolapia que ayuda a la población. El proyecto busca facilitar el acceso a la tierra y al riego, formar agropecuariamente, crear una red de seguridad alimentaria e iniciar un proceso de alfabetización, prácticas de salud y conservación de alimentos. Los beneficiados serán unas 1.200 personas y el proyecto durará un año.
La campaña de este año, al igual que en ediciones anteriores, busca promover en la sociedad actitudes y estilos de vida y consumo coherentes que tengan, sobre todo, en cuenta a las personas y comunidades más vulnerables. En Manos Unidas proponen apoyar alternativas de economía social y solidaria que contribuyan al trabajo decente, a la economía inclusiva y sostenible y a la justicia social.