La casa rural está ubicada en uno de los pueblos más bonitos de España. Ofrece sauna, jardín y zona para niños, garantizando una estancia relajante y única.
Despertar en uno de los pueblos más bonitos de España y contemplar, con una taza de café caliente entre las manos, desde el jardín, la majestuosa Colegiata de Santa María del Mercado, una joya arquitectónica del siglo XVIII, declarada Monumento Nacional en 1931. Pequeños placeres que disfrutar desde una de las casas rurales más acogedoras de la provincia de Soria, un lugar que, por su calidez, hace sentir a los inquilinos como en casa, rodeados de naturaleza y mucha tranquilidad.
Nada más entrar por la puerta, un amplio recibidor te incita a detenerte y contemplar los maravillosos muebles que componen la estancia. De madera oscura y clásicos, invitan a girar la cabeza para disfrutar de una de las tantas pinturas procedentes de Ecuador que decoran la casa. Nada más pasar la puerta de esta estancia, una gran escalinata invita a subir a las dos plantas superiores, pero no sin antes contemplar un fabuloso lavabo antiguo que decora el pasillo. A su izquierda, se encuentra una de las estancias más amplias, el salón, compuesto por dos grandes sofás, una mesa de comedor para grandes grupos y una bonita chimenea incrustada dentro de una amplia pared de piedra, que “le da un toque rústico en medio de lo moderno”, cuenta Tania Armijos, propietaria de la casa. Y, frente a ella, está otra de las joyas de la estancia, una espectacular mesa de cristal “hecha con un antiguo trillo como base, que era de mis padres, cuenta Cecilio Blanco, propietario.
Dispone de una espaciosa cocina completamente equipada, “pensada para ofrecer comodidad y funcionalidad”. Cuenta con modernos electrodomésticos, como horno, nevera y microondas, además de amplias superficies encimeras para facilitar la preparación de comidas. “Y, disponen de todos los utensilios de cocina necesarios, para poder cocinar como en casa”, afirman. Es el lugar perfecto en el que prepararse un delicioso desayuno a pie de jardín.
Una de las zonas más relajantes de la casa es su encantadora zona ajardinada. A través de un pasillo de piedra, invita a dar un pequeño paseo y sentarse en uno de sus bancos de piedra, estratégicamente ubicados bajo un pequeño sotechado que precede al merendero, en el que además, “tenemos un mural compuesto por herramientas que se utilizaban antiguamente en el campo”. Asimismo, en este espacio se pueden encontrar auténticas joyas, como una fuente natural y un antiguo pozo de piedra que añade un toque rústico y mágico. Además, la vegetación, cuidadosamente distribuida por todo el patio, ofrece múltiples rincones de paz y serenidad, ideales para desconectar del ajetreo diario.
Y, si se desea disfrutar de una deliciosa barbacoa al aire libre, “la zona cuenta con dos parrillas, completamente equipadas con leña y todos los utensilios necesarios” para garantizar una experiencia única.
Para disfrutar de la comida, se puede hacer tanto en la zona exterior como en el interior de la casa. “La casa tiene un amplio merendero, ideal para disfrutar de comidas, cenas, sobremesas o simplemente pasar un buen rato en buena compañía”, aseguran. Este espacio está equipado con una segunda cocina, perfecta para preparar deliciosos platos, y una chimenea que calienta el espacio en los días fríos, creando un ambiente acogedor. Además, dispone de un pequeño lavabo, lo que añade más comodidad al espacio.
Lo que hace tan especial a esta casa rural es su exclusiva sauna, un verdadero refugio de bienestar y calma. Se encuentra ubicada en la zona del merendero, un entorno tranquilo y apartado, “ideal para desconectar y disfrutar de los innumerables beneficios del calor seco”. Un espacio que no solo ofrece relajación, sino que también es perfecta para revitalizar el cuerpo y la mente. Además, a su salida, hay dos duchas en las que poder refrescarse tras una placentera sesión, completando la maravillosa experiencia de confort, serenidad y bienestar.
La casa se distribuye en tres plantas, dos superiores y una baja, ofreciendo un ambiente acogedor y amplio. En la primera planta, se encuentran cuatro habitaciones dobles, decoradas cada una con su propio estilo: una con cama de matrimonio y baño en suite para mayor privacidad, y las otras tres, una con cama de matrimonio y dos con dos camas individuales. Además, esta planta cuenta con un baño completo adicional. Al subir al último nivel, descubrimos tres habitaciones abuhardilladas, cada una con dos camas individuales, llenas de luz natural y un encanto especial que invita al descanso. Y, también dispone de un baño común completamente equipado.
Cabe destacar que una de las habitaciones “está especialmente pensada para familias con niños”, comentan, ofreciendo una trona, una cuna para bebés y una amplia variedad de juguetes, creando un espacio divertido para los más pequeños.
un entorno ideal
Otra de las maravillas es que la casa rural se encuentra en una zona ideal para el turismo, rodeada de un rico patrimonio histórico y natural. Berlanga de Duero ofrece auténticas joyas como su castillo, la colegiata de Santa María del Mercado, la iglesia de San Baudelio y la casa de Fray Tomás. Además, los visitantes pueden disfrutar de astroturismo o rutas micológicas, perfectas para los amantes de la naturaleza. Y, cada año, el pueblo acoge su tradicional mercado medieval, junto con diversas pruebas deportivas y otros eventos, que llenan las calles de vida y ofrecen actividades. Todo esto sin olvidar la deliciosa gastronomía que acoge el municipio, ya que se pueden degustar asados de lechal y cochinillo, guisos de carne de caza, entre otros manjares. Una combinación de elementos que harán que la visita sea una experiencia inolvidable.
Berlanga de Duero es uno de los pueblos más bonitos de España, elegido por su excepcional conservación del patrimonio cultural, su impresionante entorno natural y su singularidad. Las calles empedradas y sus monumentos históricos hablan de un pasado medieval, mientras que los paisajes que lo rodean destacan por su belleza. Además, el compromiso del pueblo con el turismo sostenible garantiza una experiencia auténtica y respetuosa con el entorno, consolidándolo como un destino único. Su tranquilidad y belleza invitan a explorar cada rincón, disfrutando de un ambiente relajado y auténtico, ideal para quienes buscan escapar del bullicio y disfrutar de la tranquilidad.