También que se monte a caballo y se beba rebujito. La Feria Flamenca de Renieblas cumple su segunda edición gracias a la ilusión de una vecina.
El pequeño pueblo soriano de Renieblas se ha transformado por segundo año consecutivo en un rincón de Andalucía. Los trajes de faralaes, el rebujito, la manzanilla, los caballos y las sevillanas han conquistado esta localidad gracias a la pasión y el empeño de Resu Jerez, una andaluza que ha traído consigo el arte y la alegría del sur hasta tierras castellanas.
"Renieblas no tiene nada que ver con el flamenco y las sevillanas, pero yo sí y quería compartir lo que siento con mis vecinos", explica con entusiasmo Resu, propietaria del bar de Renieblas y alma mater de esta iniciativa que comenzó el año pasado y que en esta segunda edición ha superado todas las expectativas.
La Feria Flamenca de Renieblas busca consolidarse como un evento singular en la provincia de Soria. Lo que comenzó como una idea para dinamizar la vida cultural del pueblo se ha convertido en un acontecimiento que atrae a visitantes de toda la comarca y más allá. "El año pasado tuvimos mucho éxito y este año vamos ampliando", señala orgullosa Resu, quien llegó a tierras sorianas por motivos laborales y no por amor, como ella misma aclara con una sonrisa: "No, no, no, yo cero amor, yo soy solterita por muchos años. Independiente y con carácter".
La implicación de los vecinos ha sido fundamental para el éxito de esta peculiar celebración. El programa de actividades es tan variado como ambicioso para un pueblo de estas dimensiones (110 habitantes en enero de 2024). "Estamos haciendo concursos, sorteos, exhibición de caballos, grupos en directo...", enumera Resu, quien a pesar de ser la impulsora de la fiesta, confiesa que va "de paisana" porque no le da tiempo a vestirse con uno de sus trajes de flamenca, de los que posee una "impresionante" colección de 50 piezas.
Y como no podía ser de otra manera en una auténtica feria andaluza, la gastronomía y la bebida juegan un papel fundamental. Los adeptos a la Mahou no fallan, pero otros prefieren probar el rebujito y la manzanilla que ayudan a combatir el fresco clima soriano: "Para ir calentándose por dentro".