La fundación ha celebrado este reconocimiento durante la firma del convenio de colaboración con la Diputación Provincial de Soria.
Soria ya tiene oficialmente un Centro Tecnológico reconocido y Cesefor es su nombre. Tras una larga espera y un complejo proceso administrativo, el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) de Castilla y León ha otorgado la resolución oficial que integra a la fundación soriana en el mapa nacional de centros tecnológicos. Este hito, calificado como un "notición para la provincia" por el presidente de la Diputación, Benito Serrano, coincide con la renovación del compromiso económico de la institución provincial, que aportará 150.000 euros a Cesefor a través de un nuevo convenio de colaboración.
La noticia del reconocimiento como Centro Tecnológico ha sido el anuncio principal en la comparecencia conjunta de Benito Serrano, el director de Cesefor, Pablo Sabín, y el vicepresidente de la fundación y diputado provincial, José Antonio de Miguel. "Llevamos mucho tiempo esperando este momento", confesaba Serrano, destacando las "mesas de trabajo, trámites, informes y mucha colaboración entre administraciones" que han culminado en esta resolución. "Hoy podemos decir ya con orgullo que Soria tiene un centro tecnológico y que Cesefor lo respalda con el apoyo de la Diputación Provincial", afirmó.
Este reconocimiento no es meramente simbólico. Como explicó el presidente de la Diputación, ser Centro Tecnológico "nos abre nuevas vías de financiación, tanto regional, como nacional, como europea". Además, facilitará la captación de proyectos innovadores, fortalecerá alianzas estratégicas con universidades y empresas y, crucialmente, multiplicará la capacidad de Cesefor para "transferir conocimiento al tejido productivo, especialmente a nuestras PYMES y autónomos del sector forestal, de la bioeconomía, la industria del mueble", sectores clave para el entorno rural soriano.
Pablo Sabín, director de Cesefor, ahondó en la importancia de este logro, recordando que era un objetivo presente desde sus inicios en la fundación. "Uno de los objetivos, como Cesefor, tiene que ser convertirse en un centro tecnológico", rememoró Sabín sobre conversaciones iniciales con José Antonio de Miguel. Admitió que al principio estaban "muy lejos de conseguirlo" por falta de capacidad investigadora y una relación limitada con el tejido empresarial. Sin embargo, gracias al "trabajo de todos estos años, de todo el equipo de Cesefor y al apoyo de las instituciones y del patronato", el objetivo se ha materializado. Sabín describió a Cesefor como "una maravillosa anomalía de la que tenemos que estar orgullosos", un centro de referencia nacional en innovación forestal ubicado en una provincia pequeña.
El camino hasta aquí no ha sido fácil, como detalló José Antonio de Miguel, figura clave en la supervivencia y relanzamiento de Cesefor. Recordó los "tiempos difíciles" de la legislatura 2015-2019, cuando la fundación estaba "en serios apuros", con "prácticamente 30 personas trabajando y con más de 5 meses sin cobrar las nóminas" y una deuda superior a 1,2 millones de euros. "Aquello quedó prácticamente en quiebra, un barco sin timón", describió gráficamente. Fue su exigencia, como condición para apoyar al gobierno provincial de entonces, la que impulsó la entrada de la Diputación en el patronato. "Yo exigí en ese momento a quien gobernaba la Diputación que tenía que entrar y trabajar y recuperar todo lo que suponía el trabajo que había venido ejerciendo Cesefor", relató.
Esa intervención fue decisiva. Se cambió la gerencia, incorporando a Pablo Sabín, y se inició una etapa de recuperación. "Ha sido un camino de éxito, de recuperación económica, de dar beneficios", resumió De Miguel. También destacó la incorporación de socios privados al patronato, un requisito para ser Centro Tecnológico y un objetivo perseguido para implicar más al sector. De Miguel recordó con humor una antigua declaración suya: "Yo entonces dije que el objetivo era ser centro tecnológico y que entonces, pues, seguramente ya una vez que lo consiguiéramos Diputación saldría de Cesefor". Una idea que hoy califica de "mera anécdota", reafirmando el compromiso continuo de la Diputación, evidenciado por el convenio recién firmado.
Paralelamente al anuncio del reconocimiento, se formalizó la firma del convenio anual de colaboración entre la Diputación y Cesefor, dotado con 150.000 euros. Benito Serrano subrayó que esta colaboración "renueva con fuerza y con una visión de futuro más clara" la apuesta por Cesefor como "herramienta útil, eficiente y estratégica". Recordó también el respaldo al nuevo centro de formación Maderaula, que será "el primer centro construido en madera laminada de Pino Soria", un proyecto referente a nivel europeo. "Siempre dijimos que nos podíamos haber quedado en algo simbólico y que nosotros lo que queríamos era hacer algo de Champions", afirmó Serrano, enfatizando la ambición del proyecto.
Pablo Sabín agradeció efusivamente este apoyo económico continuado, calificándolo como "muy relevante". Explicó que esta aportación de la Diputación es crucial porque "es la única financiación que tenemos a día de hoy que nos cubra parte de nuestra estructura". Detalló que cerca del 75% de los fondos de Cesefor provienen de convocatorias competitivas y servicios a empresas, por lo que esta ayuda estructural "nos permite ser más competitivos". Más allá del dinero, Sabín valoró la colaboración en proyectos estratégicos y la fuerza que el apoyo institucional les otorga para "abrir determinadas puertas".
El director de Cesefor también tuvo palabras de agradecimiento para todo el patronato, incluyendo los patronos históricos (Diputación, Universidad de Valladolid, Federación de Propietarios Forestales) y las incorporaciones más recientes del sector privado, que ayudan a enfocar la actividad en los "problemas reales que tiene todo el sector". El objetivo, insistió, es maximizar el "impacto de transformación" de sus proyectos y acciones en toda la cadena de valor forestal: desde la mejora y protección de los bosques hasta el apoyo a propietarios, gestores e industrias en sectores como la madera, micología, truficultura, caza, piñón, resina o castaña.
Con más de 120 trabajadores, Cesefor se consolida como un motor de innovación y desarrollo para Soria y Castilla y León. El reconocimiento como Centro Tecnológico y el renovado apoyo de la Diputación marcan un punto de inflexión que promete impulsar aún más su capacidad para generar conocimiento, atraer talento y fortalecer un sector vital para la provincia. Como concluyó Benito Serrano, "desde provincias pequeñas, se ha demostrado que se puede seguir liderando innovación y que se puede seguir liderando desarrollo", siendo Cesefor un claro ejemplo de ello.