PROVINCIA
Actualizado 01/05/2025 12:13:20
Cosme Egea Lucas

La comarca de Pinares se prepara para celebrar una de sus tradiciones más arraigadas y especiales: la 'pingada del mayo'. Durante los primeros días de mayo, los mozos de cada pueblo cortarán un pino del monte y lo elevarán en sus respectivas localidades, manteniendo viva una costumbre ancestral que conecta a estas comunidades con sus raíces forestales.


Como manda la tradición, los pueblos de la comarca de Pinares celebrarán la 'pingada del mayo' durante los primeros días del mes. Esta festividad consiste en la tala y posterior levantamiento de un pino por parte de los mozos de cada uno de los municipios. Por la mañana, este grupo de, tradicionalmente, varones, va al monte para cortar uno de los tantos pinos que habitan en nuestra provincia.

Originariamente se hacía con sierras manuales, algo que ha perdurado en muchos pueblos, manteniendo así la esencia de esta tradición centenaria. Posteriormente, el árbol se traslada a la localidad y en algunas de ellas todavía se hace mediante una yunta de bueyes, mientras que en otras utilizan tractores para transportarlo. Ya en la localidad, los mozos lizan estos árboles con unas pinzas de madera especiales para la ocasión, que contarán con varios efectivos en cada una de ellas, y cuerdas.

Cada municipio cuenta con un lugar especial en el que residirá este pino durante un mes. Por ejemplo, en San Leonardo de Yagüe se hace en la Cuesta del Mayo, o en Covaleda en El Cubo. Estos espacios se convierten durante unas horas en el centro neurálgico de la vida social del pueblo, donde vecinos de todas las edades se reúnen para presenciar este espectáculo de fuerza y tradición.

Una tradición con raíces profundas

La pingada del mayo es mucho más que un simple acto festivo. Representa la conexión ancestral de estas comunidades con el bosque, su principal fuente de vida durante siglos. El pino, elemento central de la economía y la identidad de la comarca, se convierte durante estas fechas en un símbolo de fertilidad y renovación con la llegada de la primavera.

Esta tradición, que se remonta a tiempos prerromanos, ha sabido adaptarse al paso del tiempo sin perder su esencia. Aunque originalmente tenía connotaciones paganas relacionadas con cultos a la naturaleza, con el tiempo se cristianizó, pero manteniendo su carácter de celebración comunitaria y de vínculo con el entorno natural.

Un trabajo colectivo que fortalece lazos

La pingada requiere un esfuerzo coordinado de los mozos del pueblo, que deben trabajar en equipo tanto para la tala como para el transporte y la elevación del pino. Este trabajo colectivo refuerza los lazos comunitarios y el sentimiento de pertenencia, especialmente importante en una época en que muchos de estos pueblos luchan contra la despoblación.

En algunas localidades, tras la pingada se celebran comidas populares y festejos que extienden la celebración durante todo el día, convirtiendo esta tradición en un momento de encuentro para vecinos y visitantes.

Entre la tradición y la modernidad

Aunque la esencia de la pingada se mantiene, cada pueblo ha ido adaptando ciertos aspectos a los nuevos tiempos. Mientras algunos como San Leonardo de Yagüe, Navaleno o Covaleda mantienen el transporte con bueyes, otros han incorporado tractores o maquinaria. De igual manera, en algunos lugares se sigue utilizando la sierra manual para la tala, mientras que en otros se han adoptado herramientas más modernas.

Estas adaptaciones, lejos de desvirtuar la tradición, han permitido que se mantenga viva y que las nuevas generaciones sigan participando en ella, asegurando así su continuidad en el futuro.

Un atractivo turístico para la comarca

La pingada del mayo se ha convertido también en un reclamo turístico para la comarca de Pinares. Cada año, numerosos visitantes se acercan a estos pueblos para presenciar esta singular tradición, contribuyendo así a la economía local y dando a conocer el rico patrimonio cultural de la zona.

Para quienes deseen disfrutar de esta experiencia, es recomendable consultar los horarios específicos de cada localidad y llegar con tiempo suficiente para encontrar un buen lugar desde el que observar la pingada, ya que suelen congregar a numeroso público.

La comarca de Pinares espera con ilusión la llegada de mayo para celebrar una vez más esta tradición que forma parte inseparable de su identidad cultural y que constituye uno de los ejemplos más vivos del patrimonio inmaterial de nuestra provincia.

Calendario de pingadas por localidades

Jueves 1 de mayo

San Leonardo de Yagüe: La pingada se realiza a las 13:00 horas en la Cuesta del Mayo. Los mozos talan el árbol dos días antes y lo transportan con bueyes hasta el lugar de la pingada.

Navaleno: La ceremonia comienza a las 12:00 horas en la plaza Domingo Heras. El pino se lleva un día antes con bueyes, preparándolo para el gran momento.

Molinos de Duero: A las 12:00 horas en la Plaza Mayor se realiza la pingada. También aquí se mantiene la tradición de transportar el pino con bueyes.

Espejón: La pingada se celebra a las 13:00 horas en la campa. El transporte se realiza con bueyes, manteniendo viva esta ancestral forma de acarreo.

Valdeavellano de Tera: A las 12:30 horas en La Pista tendrá lugar este tradicional evento.

Quintanilla de Tres Barrios: Por la mañana se corta el pino, después hay una comida popular y tras esta se realiza la pingada, convirtiendo la jornada en una auténtica fiesta comunitaria.

Sábado 3 de mayo

Covaleda: La pingada se realiza a las 12:00 horas en El Cubo. El pino es transportado con bueyes, manteniendo viva esta tradición.

Cabrejas: A las 13:30 horas en la plaza del pueblo se eleva el mayo, que también es transportado con bueyes.

Espeja de San Marcelino: La localidad celebra su pingada este día, sumándose a las celebraciones de la comarca, en el frontón entre las 12:00 horas y las 13:00 horas.

Vadillo: Aquí se utiliza una máquina de obra o tractor para el transporte del pino, y se emplean pinzas para la pingada.

Santa María de las Hoyas: La pingada se realiza a las 12:30 horas.

Orillares: A las 13:00 horas los vecinos podrán disfrutar de esta tradicional celebración.

Salduero: La pingada se celebra a las 13:30 horas.

Bayubas de Arriba: Los vecinos se reúnen a las 18:30 horas para presenciar la elevación del mayo.

Guijosa: A las 13:00 horas tendrá lugar la pingada en esta localidad.

Duruelo de la Sierra: Presenta una particularidad respecto al resto de localidades. El 3 de mayo se acarrean los mayos, pero la pingada no se realiza hasta septiembre, adaptando la tradición a sus propias costumbres locales.

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