El entrenador del CD Numancia ha hecho autocrítica tras caer por 0-1 ante el Getafe B en Los Pajaritos, resultado que no ha cumplido con los expectativas, pero ha servido al club para llegar a la final del play off de ascenso a Primera RFEF.
El Numancia está en la final por el ascenso a Primera RFEF, pero el billete ha llegado envuelto en un sufrimiento inesperado y una derrota en Los Pajaritos (0-1) ante un Getafe B que rozó la heroica. La alegría por el objetivo cumplido se mezclaba en el rostro y las palabras de Aitor Calle, entrenador rojillo, con una profunda autocrítica y la sensación de haber recibido un aviso serio de cara a la batalla definitiva. "Ha sido un alivio, no te voy a engañar", confesaba el técnico nada más concluir un encuentro que tuvo más de pesadilla que de trámite, pero que mantiene vivo el sueño del ascenso para Soria.
El 0-2 cosechado en la ida en tierras madrileñas se antojaba un colchón confortable, casi definitivo, para un Numancia que había mostrado solidez y pegada. Sin embargo, el fútbol, y más en un playoff de ascenso donde los nervios están a flor de piel y cada error se magnifica, tiene esa capacidad innata para destrozar pronósticos y convertir la calma en tempestad. El Numancia, que soñaba con sellar su pase con una victoria ante su afición en Los Pajaritos, se vio superado por un filial getafense que exhibió una versión radicalmente mejorada, poniendo contra las cuerdas a los sorianos durante noventa minutos de infarto. La derrota por la mínima (0-1), aunque dolorosa en casa, permite al equipo numantino seguir soñando gracias al valor de la renta obtenida en el primer envite. Aitor Calle, de hecho, subrayó la importancia de aquel resultado: "Afortunadamente hemos conseguido hacer bueno el resultado de de la ida, por eso le dábamos mucho valor a lo que conseguimos el otro día". El técnico recordó la naturaleza impredecible de estas eliminatorias: "Estamos viendo los resultados que se están dando y es que no hay rival pequeño. En un play off puede pasar absolutamente de todo. Lo de esta mañana ha sido una locura, en la tarde también ha habido alguna, no sorpresa porque esto no son sorpresas".
Aitor Calle no buscó excusas y fue meridianamente claro al analizar lo ocurrido sobre el césped de Los Pajaritos. La superioridad del rival fue una constante que el técnico vasco reconoció abiertamente: "Nos han generado muchísimos problemas. Desde el minuto 1 ya han sido superiores prácticamente en todas las facetas, la verdad, han dominado. No hemos tenido el control del partido prácticamente en ningún momento". Esta admisión, lejos de ser una simple concesión, reflejaba la sorpresa ante el nivel exhibido por el Getafe B, un equipo que se transformó respecto al encuentro de ida. "Lo que sí me ha sorprendido es un poco la mejor versión con respecto a lo del otro día. Es verdad que que en Getafe sí tuvieron el balón pero pero no generaron tantas situaciones. Hoy es que ha sido un vendaval desde el minuto 1", detalló Calle, enfatizando el mérito del adversario. "Hay que tener en cuenta lo que hemos tenido enfrente, que ha estado a un nivel altísimo y la verdad es que nos ha exigido muchísimo", añadió el preparador del conjunto soriano.
El plan inicial del Numancia, que pasaba por tomar la iniciativa y buscar un gol tempranero que sentenciara la eliminatoria, saltó por los aires ante el empuje visitante. "Nosotros estábamos además con con la idea de ganarlo, de marcar pronto, de querer ser protagonistas incluso con el balón. Y la verdad es que nos han desbordado", lamentó el míster numantino. Este sufrimiento, sin embargo, también encierra una lección valiosa y una oportunidad para crecer de cara a la final del playoff. "Cuando no estás bien, poder pasar la eliminatoria tiene mucho mérito. Así que, que nos sirva de aprendizaje para estos 2 últimos partidos y tenemos que sacar nuestra mejor versión porque los rivales están a un nivel altísimo". Calle incluso llegó a calificar la experiencia como un "regalo" en términos de aprendizaje.
La presión inherente a jugarse una temporada en 180 minutos también pareció pasar factura al conjunto soriano. Calle identificó este factor como uno de los elementos a corregir de cara a la final, desechando cualquier atisbo de relajación por la ventaja inicial. Cuando se le inquirió si el equipo pudo haber salido demasiado tranquilo, el técnico fue tajante: "No era la idea, para nada... El toque de atención es para todos, incluido yo... Ha sido de todo, menos relajarse, para nada, en ningún momento". En su lugar, apuntó a la gestión emocional: "Lo que sí he percibido y creo que es algo que ha pasado también en otros momentos de la temporada es cuando tenemos cierta presión, el equipo se atenaza un poco y tenemos que liberarnos un poco más. Tenemos que que verlo esto como un premio, no como una obligación. Creo que el equipo se responsabiliza muchísimo, creo que el equipo está presionado, todos estamos presionados, pero esto tiene que ser una ilusión. Tenemos que fluir, tenemos que dar nuestra mejor versión y para eso la cabeza tiene que funcionar bien", una reflexión clave para afrontar el desafío final.
El técnico también explicó la sustitución de Carlos González en el descanso, una decisión táctica en busca de una reacción que no terminaba de llegar. "No estábamos consiguiendo en la primera parte para nada lo que queríamos y lo que pretendíamos. Queríamos tener más control de balón. Por eso apareció Carlos también desde desde el principio queríamos jugar un poco ahí a la espalda de los pivotes. Pero es que no hemos conectado ni hemos conseguido y veía que el partido requería más velocidad. Había demasiado descontrol y dentro de esa velocidad, entendía que Góngora podía aprovechar su velocidad en este caso como ya pasó en Getafe". Afortunadamente, y como nota positiva dentro de la tensión del encuentro, Góngora se encuentra bien tras recibir un golpe en los minutos finales, según confirmó el propio entrenador, un alivio para la plantilla.
A pesar del mal trago y la imagen ofrecida, el objetivo principal está conseguido: el Numancia luchará por volver a la Primera RFEF. Y para esa cita crucial, Aitor Calle lanzó un mensaje claro y contundente a la afición, consciente de que su papel será fundamental. "Lo que tenemos que hacer es soñar más que nunca, que que los pajaritos en el partido de vuelta sea un una fiesta, que no quepa un alma en el en el en el campo". El entrenador es consciente de que el camino hacia el ascenso no será sencillo y que la final exigirá la excelencia. "Hoy ha sido un aprendizaje, ha sido también un toque de atención para muchas cosas y lo que tenemos que hacer es dar una mejor versión para para no tener que sufrir tanto. Pero ya nos podemos hacer a la idea de que conseguir un ascenso sin sufrimiento es imposible".
La derrota ante el Getafe B en Los Pajaritos quedará como una anécdota amarga, un borrón en el expediente, si el Numancia culmina la temporada con el ansiado ascenso a Primera RFEF. El "toque de atención", como lo calificó Aitor Calle, llega en un momento crucial, justo antes de la final, donde no habrá margen para errores ni para actuaciones por debajo del nivel esperado. El sufrimiento de este sábado debe transformarse en la fuerza y la determinación necesarias para afrontar los últimos 180 minutos de una temporada que aún puede ser histórica para el club soriano y para toda la provincia. La lección, dolorosa pero potencialmente valiosa, está aprendida; ahora toca demostrarlo en el campo, con el apoyo de una afición que, como pide su entrenador, debe convertir Los Pajaritos en una caldera inexpugnable. El sueño de Primera RFEF está a solo dos partidos, dos finales donde el Numancia deberá mostrar su mejor versión, esa que hoy quedó oculta bajo la presión y el buen hacer rival, pero que necesitará rescatar con urgencia para alcanzar la gloria y devolver al equipo a la categoría de bronce del fútbol español.