Los juniors derrotaron por 3-0 al C.V. Manacor en la final del Campeonato de España, cerrando un torneo sensacional en el que no perdieron ningún set. Su presidente se muestra muy satisfecho con su actuación: “Por fin nos hemos podido quitar la espinita de estos dos últimos años”.
El Río Duero hizo historia este fin de semana en Almendralejo, proclamándose campeón de España Junior. Los celestes, dirigidos por Jordi Llonch y por Manu Salvador, se alzaron con el trofeo después de firmar un torneo perfecto en el que no cedieron ni un solo set. En la final, los sorianos pasaron por encima del C.V. Manacor, derrotándolo por un contundente 3-0.
En dicho partido, estuvo presente el presidente de la entidad, Alfredo Cabrerizo, acompañado del entrenador del primer equipo, Alberto Toribio, y de varios miembros de la junta directiva. El dirigente del club no ha podido esconder en Soria Noticias su satisfacción por haber conseguido este torneo: “Es algo muy grande, ya que es el campeonato de mayor nivel en el voleibol nacional de formación. Teníamos la espinita de las dos temporadas anteriores y ya nos tocaba”.
Recordando cómo vivió el partido, Cabrerizo hace hincapié en que mantuvo la tranquilidad en todo momento, sabedor de la trayectoria que había llevado el equipo. En ese sentido, reconoce que “pensábamos que podíamos ser favoritos desde que vimos a los jugadores a principio de temporada, aunque no creímos que lo hiciéramos arrasando de esta manera”.
El Río Duero ha hecho un importante esfuerzo con su cantera. Tras muchos años de trabajo, la entidad ha logrado consolidar a numerosos equipos en lo más alto del panorama nacional, clasificándolos para varios Campeonatos de España: “Supone un esfuerzo para nosotros, pero somos una ciudad de voleibol. Los resultados nos dicen que estamos trabajando muy bien en el desarrollo del jugador”.
Precisamente, a la hora de hablar de los protagonistas del torneo, Cabrerizo ha dejado claro que “están llamados a ser el núcleo duro del equipo de Superliga en un plazo de 2-3 años”. No obstante, apuesta por la paciencia, dado que “varios de ellos acaban de llegar y todavía se están desarrollando; es muy difícil quitar el puesto a jugadores de la talla de Fabián Flores, Bruno Cunha o Adrián Olalla”.
El presidente tampoco se ha querido olvidar de un cuerpo técnico comandado por Jordi Llonch y secundado por Manu Salvador. “La dirección ha sido buenísima. Han sabido mantener la ilusión y ayudar a los jugadores cuando podían surgir dudas”. A ese respecto, ha afirmado que ha sido fundamental la existencia de un equipo del Río Duero en Primera Nacional para foguear a estas promesas del voleibol nacional.
Por último, Cabrerizo ha señalado que los campeones no le han pedido nada, “ya que son muy humildes”. En esa dirección, ha querido agradecerles su esfuerzo durante las últimas campañas para llegar a este punto. De igual forma, ha dado las gracias a las más de 30 personas que se desplazaron hasta tierras extremeñas para llevar en volandas al junior.