El encuentro entre partes se resume en un primer tramo donde la compañía no renovó propuestas. Tras un receso, los responsables de la multinacional ofrecieron alternativas para los dos tipos de expedientes formulados.
Ya en torno a las ocho y media de la tarde de hoy lunes 19 de mayo concluía la cuarta reunión entre el comité de empresa y representantes de Siemens Gamesa en un encuentro que da continuidad al periodo de consultas para negociar el ERE y el ERTE que la compañía ha previsto para su factoría de Ágreda.
La negociación sobre el futuro laboral en Siemens Gamesa Ágreda vivía, pues, un nuevo capítulo de alta tensión y extenuantes discusiones. Tras una maratoniana reunión los representantes de los trabajadores, con Encarna Gómez a la cabeza, describieron un panorama agridulce: se han producido avances, sí, pero la oferta de la empresa sigue considerándose "insuficiente". La jornada, calificada como "muy larga y dura", evidencia la complejidad de un proceso donde el porvenir de numerosos empleos está en juego y cada detalle de la negociación se mira con lupa.
El encuentro se ha desglosado en dos fases claramente diferenciadas, según Encarna Gómez, presidenta del comité de empresa. La primera parte ha estado marcada por lo que la parte social no ha dudado en calificar como un "inmovilismo flagrante por parte de la empresa". Esta postura inicial ha generado una profunda preocupación entre los negociadores sindicales, ya que la compañía apenas modificaba su propuesta original, una situación que alejaba considerablemente la posibilidad de un consenso. "No han variado prácticamente las condiciones de su primera propuesta", ha lamentado Gómez, subrayando la rigidez inicial por parte de la compañía. Esta falta de flexibilidad hacía encender las alarmas, llevando a la representación de los trabajadores a plantearse la viabilidad de continuar por esa senda negociadora.
Ante este escenario de bloqueo, la tensión estaba siendo palpable. La parte social, defendiendo los intereses de la plantilla, ha sido clara en su valoración: "considerando que esto era insuficiente y no era la negociación que nos podría llevar a un acuerdo", según Gómez. La firmeza de los representantes de los trabajadores ha sido determinante para forzar un cambio en la dinámica del encuentro.
Ha sido necesario un receso, un momento de reflexión y, previsiblemente, de intensas consultas internas por ambas partes, para que la situación diera un giro. Esta pausa se convertía en un punto de inflexión en la larga jornada negociadora.
Sin embargo, la segunda parte de la reunión traía consigo un cambio de actitud por parte de Siemens Gamesa. "La empresa ha reconsiderado su postura, y sí que ha hecho un movimiento más significativo en las condiciones de los expedientes", ha afirmado la representante laboral. Este viraje ha sido recibido con cautela pero también con un atisbo de esperanza por la parte social. Si bien el nuevo planteamiento supone un avance respecto al inmovilismo inicial, y como tal "desde la parte social valoramos" el esfuerzo, la realidad es que las propuestas siguen sin colmar las expectativas de los trabajadores, quienes las consideran todavía "insuficientes". La negociación, por tanto, sigue abierta y se prevé que las próximas reuniones continúen siendo complejas.
Profundizando en los detalles de la nueva oferta de la empresa, en lo referente a las condiciones del ERTE, las mejoras más significativas se centran en los complementos salariales. La propuesta actual contempla un complemento del salario hasta alcanzar el 80 por ciento durante el periodo de suspensión temporal de empleo. Además, para las pagas extraordinarias, este complemento se elevaría al 90 por ciento, y se garantizaría el 100 por cien de las vacaciones. Estas cifras, aunque suponen una mejora, serán analizadas minuciosamente por los representantes para determinar su impacto real en la economía de los trabajadores afectados y compararlas con las demandas iniciales y los estándares habituales en este tipo de expedientes.
En cuanto a las condiciones del ERE, es decir, los despidos que la empresa pretende llevar a cabo, la oferta también ha experimentado una modificación. La multinacional energética propone ahora una indemnización de 28 días por año trabajado. Un aspecto destacado de esta nueva propuesta es que se eliminaría el tope en la indemnización, lo que podría beneficiar a los trabajadores con mayor antigüedad en la empresa. No obstante, la cuantía de 28 días por año sigue siendo un punto fundamental de debate, ya que la parte social buscará siempre las mejores condiciones posibles para aquellos empleados que finalmente se vean desvinculados de la compañía.
La valoración de Encarna Gómez resume el sentir de la representación laboral: se reconoce el paso adelante de la empresa, pero se insiste en que no es suficiente para cerrar un acuerdo satisfactorio. "Desde la parte social valoramos, pero seguimos considerando insuficiente", ha reiterado.
De ahí se puede extraer que si bien se ha roto el inmovilismo inicial, el camino hacia un pacto que garantice la protección del empleo y unas condiciones justas para la plantilla todavía es largo y requerirá de más esfuerzo negociador por ambas partes. La diferencia entre la oferta actual y las aspiraciones de los trabajadores sigue siendo considerable, y serán necesarias nuevas concesiones para alcanzar un terreno común.
El impacto de estas negociaciones trasciende los muros de la fábrica de Ágreda, afectando a toda una demarcación que observa con atención el desarrollo de los acontecimientos. La estabilidad laboral en una empresa del calibre de Siemens Gamesa es vital para la economía local. Por ello, la labor de los representantes de los trabajadores se antoja fundamental, no solo en la defensa de los derechos de la plantilla actual, sino también en la búsqueda de un futuro viable para la actividad industrial en la zona. La incertidumbre generada por un proceso de ERTE y otro de ERE siempre es una fuente de preocupación para los empleados y sus familias, quienes esperan que las negociaciones lleguen a buen puerto.
En conclusión, la cuarta reunión del periodo de consultas ha supuesto un avance, aunque modesto, en un proceso negociador que se anticipa arduo. La empresa ha movido ficha tras una fase inicial de bloqueo, presentando nuevas condiciones para el ERTE y el ERE que, si bien son valoradas por la parte social, aún no alcanzan el umbral de lo aceptable.
La frase de Encarna Gómez, "Ha sido una reunión muy larga, muy larga, y dura", resuena como un eco de las dificultades inherentes a este tipo de negociaciones, donde el futuro de muchos trabajadores pende de un hilo. Las próximas semanas serán fundamentales para determinar si es posible acercar posturas y alcanzar un acuerdo que minimice el impacto social y laboral en la planta agredeña, manteniendo la defensa de los derechos laborales como principal estandarte.