Lo que se pretende principalmente es conocer cuáles son los hábitos alimenticios que tiene la población para "mejorar su alimentación".
La alimentación es una parte fundamental de nuestro día a día. De ella depende que tengamos una buena salud. Por ello, conocer bien los alimentos, sus beneficios y lo que nos aportan nutricionalmente puede ser clave para desarrollar una vida plena.
Desde la Universidad de Valladolid y la Mancomunidad de Tierras Altas se han propuesto que los buenos hábitos y el conocimiento nutricional lleguen a esta zona geográfica de la provincia. Para ello, han firmado un convenio para un proyecto pionero, llamado Vital Soria, en el que "transmitiremos los conocimientos que hemos adquirido a lo largo de los años y, así, aplicarlos para que la sociedad se nutra de sus beneficios".
Para llevar a cabo el proyecto, se necesitan voluntarios de la zona que estén interesados en formar parte del estudio y en colaborar con la ciencia. Una parte del trabajo se desarrollará en los colegios, principal objetivo del proyecto, ya que se busca "conocer qué comen los más jóvenes para mejorar su alimentación", ha señalado Bárbara Vizmanos, profesora invitada.
Con el fin de recabar el mayor número posible de datos, tanto desde la Universidad como desde la Mancomunidad hacen un llamamiento a la ciudadanía para sumarse a la iniciativa. "Queremos que toda persona interesada en aportar a la ciencia se acerque a Tierras Altas para que podamos realizarle el estudio", ha indicado la doctora Patricia Romero.
"Se va a hacer un diagnóstico de la demografía del lugar y de la situación educativa en las tres aulas de San Pedro Manrique, Yanguas y Villar del Río, en las que se va a desarrollar el proyecto", ha señalado José Luis Zapatero, vicerrector del campus de Soria. Luego se continuará con el estudio en personas adultas y mayores, para conocer también cuáles son sus hábitos alimenticios y sus rutinas diarias. Esto se llevará a cabo a través de una encuesta. Tras analizar cada caso, se les proporcionarán pautas personalizadas para mejorar sus hábitos. Una vez obtenido un diagnóstico de la situación, se elaborará un informe individualizado y se realizará un seguimiento de nutrición y salud "con el fin de monitorizar a las personas y extrapolar los resultados a otros estudios nacionales e internacionales, así como extenderlos a otros puntos de la provincia", ha añadido Zapatero.
Por el momento, en una de las evaluaciones previas que se han llevado a cabo, se mantuvo una sesión con los alcaldes de la Mancomunidad, en la que se les presentó el proyecto para que posteriormente lo transmitiesen a la población de cada localidad.
Según ha indicado Alfredo Martínez, catedrático de nutrición y profesor distinguido de la Universidad de Valladolid, durante el proyecto se van a cubrir cuatro aspectos fundamentales, conocidos como las cuatro pes:
-Personalizada: diferenciando entre niños, adultos y mayores.
-Preventiva: se evaluará la nutrición de las personas, sobre todo en los núcleos familiares.
-Participativa: las personas que colaboren aportarán datos valiosos para el estudio.
-Predictiva: conocer la nutrición actual permitirá educar y prevenir de cara al futuro.
Además, el catedrático ha añadido otras dos 'pes':
-Pionera: porque nunca antes se ha realizado un estudio de este tipo.
-Precisión: se busca integrar muchos factores para llegar de forma íntegra a la sociedad.
Con todo ello, se pretende obtener datos concretos y únicos, que "esperamos que puedan exportarse al resto de España o incluso fuera de nuestras fronteras". Asimismo, se busca que "conociendo las necesidades de la gente, podamos darles una respuesta específica y personalizada, para devolverles algo de lo que ellos nos están aportando a nosotros", ha añadido Vizmanos. Un estudio que "va encaminado a la mejora del presente, tanto de las personas que residen en la zona como de las que nos visitan", ha señalado el presidente de la Mancomunidad de Tierras Altas, José Ramón Ruiz.
La investigación se realizará en los colegios en cuatro sesiones durante el mes de junio, antes de que termine el curso escolar. En cuanto a los mayores y adultos el plazo se prolongará hasta el mes de octubre.
En esta misma línea, y con el objetivo de conocer cómo afecta la alimentación a nuestra vida diaria, se está desarrollando de forma paralela otro estudio. En esta ocasión, el enfoque se centra en cómo la ingesta de alcohol influye en la calidad del sueño. Para ello, se buscan voluntarios dispuestos a modificar, mantener o reducir su consumo, con el fin de comprobar si estas variaciones mejoran el descanso.
El estudio requiere la participación de personas voluntarias. Quienes estén interesados deberán acudir al Palacio de la Audiencia el jueves 29 de mayo para una primera sesión, y el martes 10 de junio para la segunda, a las 19:00 horas.