Nueva reunión temática de los sindicatos con los dueños de Losan de la que salen "igual o peor". No hay dinero para pagar los despidos y tampoco las nóminas, que ya van con tres meses de retraso.
El comité de empresa de Losan ha mantenido esta mañana una nueva reunión, "por videoconferencia otra vez", lamentan los sindicatos, con la propiedad para afrontar el futuro de los 21 trabajadores que se encuentran atrapados en una situación laboral más que peliaguda. Una reunión de la que han salido "igual o peor" y sin aclarar el futuro.
La empresa acordó 47 despidos que, según la propiedad, eran necesarios para garantizar la viabilidad de la planta de la capital soriana. De ellos 21, los que debían producirse el 9 y el 16 de mayo, no han llegado a consumarse porque la empresa no tiene dinero para pagar sus indemnizaciones.
Su situación, saberse despedidos, pero no poder irse a otro empleo al no haberse materializado el despido, se suma a la que vive el centenar de trabajadores de Losan en Soria: llevan 3 meses sin cobrar. Ninguno de ellos ha cobrado las nóminas de marzo ni de abril y la perspectiva tampoco es mejor para la de mayo.
Desde UGT señalan que esta situación también la sufren los 50 trabajadores del grupo en Zamora y señalan que en Cuenca y Galicia sí están cobrando. Se preguntan el porqué de la "casualidad" de que las dos plantas en las que no están pagando las nóminas sean las de Castilla y León.
Pablo Soria, responsable sindical de UGT en la provincia, señala que "se está rompiendo un acuerdo que está firmado y registrado", una irregularidad grave que ya ha transmitido a la Junta. Una "incertidumbre y discriminación" que aumenta la angustia y la preocupación por la situación. Soria explica a Soria Noticias que la actividad es nula en la planta soriana, así que, por ejemplo, "en el aserradero no ha entrado una madera desde finales de marzo", lamenta.
El sindicalista de UGT señala que la empresa les ha transmitido hoy que sigue sin efectivo para poder pagar las indemnizaciones por despido y les ha trasladado su intención de vender unas instalaciones en Rumanía para poder efectuar los despidos de Soria. También traslada la empresa estar a la espera de ayudas de los gobiernos autonómicos de Castilla y León y de Castilla-La Mancha y de la llegada de nuevos inversores.
Pero Pablo Soria se conoce bien el argumentario de las empresas en situaciones como estas y ya avisa que, por ejemplo, las ayudas de la Junta de Castilla y León son para maquinaria que mejore la productividad y, en ningún caso, pueden usarse para pagar indemnizaciones por despido. "Una empresa no puede vivir de las ayudas", advierte y pide "inversiones" que garanticen la "productividad" necesaria para la viabilidad de la empresa.