Se concentran frente a la fábrica soriana para exigir "la retirada inmediata y tajante" de un expediente contradictorio que incluye la posibilidad de derivar en despido.
Unos 40 trabajadores de Fico Mirrors, encabezados por sus representantes sindicales, se han concentrado esta mañana en la entrada de la empresa como gesto de protesta por el último movimiento de la compañía. Lo consideran un «ataque directo a la libertad de expresión y a los derechos fundamentales de los delegados sindicales», expresa Pablo Soria, presidente del Comité de Empresa y secretario general de la Federación de Industria de UGT.
La chispa que ha encendido la protesta ha sido la apertura de un «expediente contradictorio» por parte de la dirección de la empresa contra dos delegados de Comisiones Obreras (CCOO). Este expediente, según denuncian, podría culminar en una «posible causa grave de despido» por una supuesta «deslealtad», un cargo que los afectados y sus compañeros rechazan categóricamente.
La controversia tiene su origen en una «bolsa de flexibilidad» implementada durante el pasado mes de diciembre. Este mecanismo, según explicó Leonardo Martínez, miembro del comité de empresa por CCOO y uno de los dos trabajadores expedientados, implicaba «no venir a trabajar y recuperar después las horas». Mientras que el sindicato UGT sí firmó el acuerdo para esta bolsa, la sección sindical de CCOO en Fico Mirrors decidió no hacerlo, manifestando su disconformidad. Fue precisamente al formalizar esta postura crítica por escrito, cuando se desencadenó la reacción de la empresa. «A partir de ahí empezaron a venir los problemas», relata Martínez, subrayando la conexión directa entre su comunicación formal y las medidas disciplinarias iniciadas por la dirección.
Soria es más contundente al describir la situación. Asegura que el expediente se abrió «meramente por remitir un escrito» en el que los delegados expresaban su sentir respecto a la recuperación de horas. La empresa, según Soria, interpretó este acto como una amenaza y respondió con una medida «desproporcionada y lesiva».
Para Soria, la actuación de la empresa Fico Mirrors constituye una clara vulneración de principios básicos. «Vulnera el derecho de libertad de expresión y los derechos fundamentales que tenemos los delegados», ha declarado durante la concentración. También ha expresado una profunda preocupación por que este incidente pueda sentar un precedente negativo y extenderse a otras empresas de la provincia.
La exigencia de los trabajadores es unánime e inequívoca: la retirada inmediata y tajante del expediente contradictorio y de cualquier amenaza de despido. «Y si no, pues seguiremos con las acciones», advierte Soria, señalando la disposición a continuar con las movilizaciones hasta lograr su objetivo.
Leonardo Martínez, quien se encuentra directamente en el punto de mira de la empresa tras dedicarle 33 años de su vida laboral, afronta la acusación de «deslealtad» con una mezcla de sorpresa y firmeza. Desde su perspectiva, la reacción de la dirección de Fico Mirrors es una táctica habitual cuando se enfrenta a voces disidentes. A pesar de la seriedad que implica una posible pérdida de su empleo, se muestra «tranquilo», confiando en la labor de los servicios jurídicos que ya están trabajando en las alegaciones.
«Esperaremos la respuesta que nos den y, a partir de ahí, seguiremos actuando», asegura. Con la convicción de no haber faltado al respeto y de haber actuado en defensa de los intereses de los trabajadores, Martínez aseveró que «lo pelearemos hasta el final, como es lógico y es normal», y que, en última instancia, «será la justicia quien dictamine lo que corresponda».
Los dos delegados expedientados no se encuentran solos en esta batalla. Leonardo Martínez confirmó el amplio respaldo recibido: «El comité en pleno nos ha apoyado y los trabajadores también». Esta solidaridad es refrendada por Pablo Soria, quien, a pesar de pertenecer a UGT mientras los afectados son de CCOO, garantizó el apoyo incondicional del órgano de representación de los trabajadores y de su propio sindicato. Además, a la concentración también han acudido miembros de la CGT.
Paradójicamente, este conflicto laboral interno se desarrolla en un momento en que Fico Mirrors, según el propio Soria, goza de una buena salud productiva y laboral. «Se están haciendo contratos, horas extras y, afortdanamente, el nivel de producción es bueno», detalla. Soria interpreta estas acciones disciplinarias no como una respuesta a dificultades empresariales, sino como un intento de «poner en escarmiento y hacer ver que estamos aquí», una táctica que, en su opinión, «sobra en todas las empresas».