La comunidad autónoma avanza en una profunda transformación de su red terrestre. La innovación tecnológica y el cuidado del entorno natural guían esta modernización, enfocada en optimizar la seguridad y la fluidez del tráfico para todos los conductores.
La Junta de Castilla y León está implementando una transformación integral de sus infraestructuras viarias, priorizando la seguridad de las personas, la innovación y el respeto al medio ambiente. Este esfuerzo se materializa en múltiples proyectos estratégicos que abarcan desde la digitalización de la red hasta el uso de materiales reciclados y sistemas avanzados para prevenir accidentes, buscando una movilidad más eficiente, conectada y segura en toda la comunidad.
Estas líneas de actuación han sido detalladas hoy por el consejero de Movilidad y Transformación Digital, José Luis Sanz Meino, durante la inauguración de la jornada ‘Industria, Sostenibilidad y Economía Circular’ celebrada en Segovia. El consejero ha subrayado el compromiso del Ejecutivo autonómico con la modernización de las carreteras y la cohesión territorial, afirmando: “Nuestra prioridad es clara: garantizar la seguridad de las personas que transitan por nuestras carreteras. Y para ello, desde la Junta estamos impulsando una transformación integral de nuestras infraestructuras, basada en la innovación y el respeto al medio ambiente”.
Uno de los pilares de esta estrategia es el desarrollo del concepto de ‘carreteras inteligentes’, para el cual la Junta destinará cerca de 4 millones de euros durante esta legislatura. Dentro de esta iniciativa destaca el Modelo Digital de la Carretera, un proyecto impulsado por la Consejería y financiado con 1,2 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation. Según ha explicado el consejero, “esta herramienta permitirá disponer de una visión digital integral, con inventarios actualizados y datos georreferenciados, que facilitarán el mantenimiento y la toma de decisiones en tiempo real”. Además, Sanz Meino ha señalado que “este modelo digital es un paso de gigante para modernizar nuestras infraestructuras, mejorar su mantenimiento y, sobre todo, reforzar la seguridad vial”.
La lucha contra los accidentes provocados por fauna silvestre es otra prioridad, abordada mediante la señalización inteligente. La instalación de una treintena de paneles en tramos de las provincias de Burgos, León, Palencia y Soria ya ha conseguido una reducción del 22 % en los siniestros en las zonas más afectadas. “La tecnología salva vidas. Por eso, en 2025 vamos a ampliar esta medida a nuevas provincias de Castilla y León, con una inversión de 158.400 euros”, ha indicado el consejero.
Para mejorar la gestión del estado de las carreteras en entornos rurales, la Junta ha implementado el proyecto ‘Territorio Rural Inteligente’. Este sistema utiliza sensores y estaciones meteorológicas para una monitorización avanzada. Ya se han instalado 127 estaciones: 94 de ellas supervisan los niveles de sal y salmuera, mientras que las 33 restantes miden la temperatura de la calzada. “Gracias a esta red inteligente, actuamos con rapidez, mejoramos la eficiencia de los recursos y garantizamos la seguridad vial incluso en las condiciones más adversas. Este año destinamos 135.000 euros adicionales para ampliar la red”, avanzó Sanz Meino.
La sostenibilidad es un eje transversal, como demuestra el uso de materiales reciclados en obras públicas. El consejero puso en valor el empleo de polvo de neumáticos fuera de uso o aditivos obtenidos del refinado del aceite de oliva (la pechina), que ya se han empleado en viales del tramo segoviano de la A-601 entre Valladolid y Segovia. “Castilla y León ha sido pionera y líder nacional en el uso de materiales alternativos en mezclas bituminosas. Este compromiso con la economía circular se traduce en obras más sostenibles y menos contaminantes”, afirmó.
Otra medida innovadora es la aplicación de tratamientos con feromonas en tramos de la red autonómica para evitar la irrupción de animales. Tras los buenos resultados obtenidos en la autovía A-231 (Burgos-León), esta solución se está ampliando a otras vías convencionales. En este afán por crear infraestructuras resilientes y promover un uso seguro de la bicicleta, en 2024 se han construido 45 kilómetros de carriles bici en las provincias de Ávila, Burgos, León (con dos proyectos), Palencia, Salamanca, Valladolid y Zamora. Esta iniciativa ha supuesto una inversión de 15,6 millones de euros, de los cuales 13 millones fueron financiados con fondos MRR (Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, parte de los Next Generation) y 2,6 millones aportados por la Junta. En la ejecución de estos carriles, se han utilizado residuos reciclados procedentes de la construcción y demolición (RCD) en terraplenes y base del firme, y polvo de caucho procedente del reciclado de neumáticos fuera de uso (NFU) en la mezcla bituminosa.
Todas estas actuaciones están alineadas con los grandes objetivos del Gobierno de Castilla y León, a través de su Consejería de Movilidad y Transformación Digital: modernizar las infraestructuras, favorecer la cohesión territorial y aprovechar la digitalización como motor de desarrollo para la región.