Mide 1,80, tiene los ojos azules, un cuerpo esculpido en el gimnasio y estudia psicología. Este catalán con raíces soriana cuenta a Soria Noticias cómo se prepara para representar a una provincia a la que tiene mucho cariño.
¿Un barcelonés representando a Soria? ¿Por qué no? Eso es lo que se preguntó Sasha Vives, Míster Soria 2025, que ha llegado al certamen con una mezcla de genes, encanto y un toque encanto natural. Pero, si algo tiene claro este estudiante de Psicología de 22 años, es que los retos están para aceptarlos con ganas, buen humor y un poco de abdominales.
Y, aunque te estés preguntando qué hace un catalán representando a un castellanoleonés, quieto, porque todo tiene su explicación. “Mi abuela materna es de Soria”, cuenta a Soria Noticias. “Desde pequeño me ha hablado mucho de la provincia y siempre la hemos visitado en Navidades o verano”. Es por ello que, a pesar de la distancia, la conexión con Soria le viene desde la cuna. Así que cuando le ofrecieron representar a esta tierra, no se lo pensó mucho. “Me ofrecieron Soria o Alicante, pero el vínculo y el sentimiento estaban ahí y lo tuve claro”.
La historia de por qué se presenta a este concurso de belleza empezó de forma bastante casual. Una amiga suya, metida en el mundo del modelaje, sabía que buscaba nuevos retos. “Me habló del certamen y contactó con el presidente de la organización. Después de una videollamada, me seleccionaron directamente”. Ni castings, ni pruebas, directo a por la gran banda nacional.
Ahora, Sasha se está preparando para el concurso, que tendrá lugar del 23 al 30 de julio en Los Realejos, Tenerife. Y lo está haciendo en cuerpo y mente: “Estoy cuidando mi alimentación, entrenando regularmente y también trabajando la parte emocional”, explica. Como buen futuro psicólogo, sabe que no todo es pose y sonrisa: “hay que saber gestionar los nervios y transmitir valores positivos. Voy a poder aplicar todo lo que he estudiado en un entorno completamente distinto”, cuenta seguro de sí mismo.
Todavía no conoce todos los detalles del certamen, pero cree que habrá desfile, entrevistas, deporte, prueba en bañador y hasta traje regional, al igual que en años anteriores. “Me gustaría vestirme de piñorro, aunque todavía no tengo claro de dónde sacaré el traje”, dice entre risas.
Su entorno más cercano no se esperaba esta noticia de que iba a modelar para representar a la tierra de su abuela. “Se sorprendieron, pero me animaron mucho. Eso me dio seguridad para seguir adelante”. Su objetivo en todo esto no es solo pasarlo bien, sino hacer contactos en el mundo de la moda y abrirse camino en nuevos proyectos. Y, es que esto del modelaje viene de familia porque nos cuenta orgulloso que “mi madre fue modelo”.
Estaremos muy atentos de cómo le va en el certamen, y si su sonrisa, sus ojos azules, su 1,80 y unos bíceps envidiables dan sus frutos en tierras tinerfeñas.