Peñistas desfilando por el Collado, charangas en la plaza de toros, muchedumbres enfervorecidas en la puerta de la Saca y, en definitiva, quien más, quien menos, todos lo hemos cantado alguna vez en San Juan. Un grito de guerra que es un "orgullo" y que "demuestra el cariño" que los sorianos tienen a David Ormazabal después de un cuarto de siglo grabando con su cámara de televisión, y su móvil, las fiestas de San Juan. Esta es, al menos en parte, la historia de El Canario.
David Ormazabal es uno de esos personajes, en el más cariñoso sentido del término, que salpican las Fiestas de San Juan. Este profesional de la comunicación lleva cubriendo las fiestas desde 1998, primero en Soriavisión, después en Canal 4 y actualmente en La 8 Soria. Un tiempo en el que solo ha dejado de trabajar en fiestas una vez, por una baja, y, lógicamente, los 2 años del covid.
En todo este tiempo, y estando siempre en el meollo de las Fiestas, atesora anécdotas como para escribir un libro. También atesora un gran sentimiento sanjuanero y multitud de conversaciones y conocimiento sobre Soria y sus Sanjuanes que siempre está dispuesto a compartir con el que quiera escucharle.
Tras 3 años en el ejército y con estudios de imagen y sonido en Madrid, comienza a trabajar en 1997 en Soriavisión "cuando la tele aún era por cable y la veían cuatro", recuerda. Aquellos estudios no terminados, sus ganas de trabajar y, reconoce, también su apellido (del que hablaremos luego) le abrieron las puertas en la tele de Soria.
Y si de puertas y Soria hablamos, tenemos que irnos directamente a Valonsadero al portón rojo que cada Jueves La Saca se convierte en el epicentro de la fiesta. Allí el Canario tiene siempre un lugar de privilegio que le ha costado años y madrugones conseguir. Recuerda aquellos primeros Sanjuanes como "duros pero muy satisfactorios" ya que contaban con un "muy buen equipo" del que recuerda con especial cariño a Pepe Ferrer, "el más veterano junto conmigo que sigue haciendo San Juan de manera ininterrumpida".
Ormazabal señala que, aunque los elementos técnicos han avanzado muchísimo, la salida de la Saca, y el Jueves en general, siempre es el momento más complicado. "La salida ahí abajo desde la vaguada, el pinarcillo… cuando se te mete un toro ahí….", nos cuenta mientras comienza a ponerse nervioso. Pero la Saca es la Saca y El Canario avisa que, como comunicador, "si no haces una Saca digna no eres nadie en Soria".
Otros momentos de las fiestas también son complicados, como el lunes con muchas horas de trabajo y muchos puntos en directo, pero el Jueves es "el gran reto" sea "en una tele, en una radio, en el periódico…". Por todo ello se muestra agradecido por ser depositario de la confianza para captar el momento más especial del año para los sorianos.
Los recuerdos y anécdotas de ese día se amontonan. Por ejemplo, en 2004 cuando lograron dar la primera Saca entera, algo que en realidad no sucede todos los años pues hay momentos en que ninguna de las cámaras de televisión puede alcanzar a los novillos. Para ese hito, fue fundamental el helicóptero que durante una década y hasta 2015 ofreció cobertura aérea televisiva del monte.
David recuerda aquella época con cariño y valora el esfuerzo que se hizo para apostar por una empresa "muy seria" que estaba acostumbrada a grabar grandes vueltas ciclistas. Él fue el encargado de acompañar al piloto y al cámara en los días previos para reconocer el terreno y apuntar los lugares tanto más conflictivos como aquellos enclaves fundamentales. "La gente se pensaba que era yo el que iba con la cámara en el helicóptero...", recuerda con cariño.
Otra anécdota sucedió en 2003 cuando se homenajeó a Hermógenes. "Quisieron hacerlo en el centro de la pradera y Encarna (la alcaldesa de Soria en aquel entonces) quería que yo fuera a grabarlo. Pero claro, yo estaba en la puerta…", relata. Entonces la alcaldesa le prometió que no comenzaría el festejo hasta que él no volviera, pero que tenía que bajar a inmortalizar el homenaje. Entre un policía local y su mujer guardaron su sitio en la puerta y "cuando llegué, la gente estaba cantando 'No estamos todos, falta el Canario', rememora.
Pero aquel 'No estamos todos, falta el Canario' no es la canción más famosa que le dedican los sanjuaneros a nuestro protagonista. El 'Manda el Canario a Benidorm' se ha convertido en un himno de rebeldía que él recibe con mucho cariño. "Los que más me quieren son las peñas", asegura y es que su "enfermedad" le lleva a, cuando termina su jornada de trabajo con la cámara, sacar el móvil para seguir grabando.
Recuerda que el grito surgió "en 2005 o 2006", entre bromas, con unos peñistas de Los Que Faltaban , su peña, que fueron los primeros en decirle "qué pesado, te vamos a mandar a Benidorm". Aquello se convirtió en un himno que ha sonado en desfiles oficiales de los peñistas y hasta en la plaza de toros tocado por una charanga (ver vídeo). "Me siento muy querido y respetado", señala David Ormazabal a Soria Noticias.
David mide ese cariño y ese respeto en conversaciones, momentos vividos y anécdotas contadas con "gente que sabe mucho de San Juan". Señala que fue su padre "quien me enseñó a querer y a respetar San Juan", desde entonces él trata de exprimir cada momento de las fiestas conociendo su historia y haciéndose valedor de los usos y costumbres.
El listado de historietas de El Canario es interminable; el jurado de El Salvador que mató su propio toro, un jugador de vóley junto a un novillo, sanjuaneros disfrazados de Raúl Alonso y el Canario un viernes de toros, las mujeres desfilando por primera vez en Los Que Faltaban, monólogos en los que se le hace referencia, primicias y momentos grabados en exclusiva… y gigas y gigas de imágenes de San Juan y horas y horas de conversación sanjuanera.
Hablar de David Ormazabal es hablar de Juan Cruz Ormazabal, su padre. Fue él quien emigró desde Soria a Tenerife después de la Guerra Civil, llevándose consigo al resto de su familia. Fotógrafo reconocido, en los años 50 del pasado siglo "descubre la fuerza y el poder de la imagen en movimiento", introduciéndose de lleno en el cine amateur.
David recuerda que pese a vivir en Canarias ellos solían venir casi todos los años a Soria y es ahí cuando Juan Cruz se convierte en un referente de las primeras imágenes y cortos de Soria. Año tras año ellos venían a Soria y su padre grababa tanto los parajes y el patrimonio de la ciudad y la provincia como las fiestas de San Juan.
Entre este contenido destaca IDEOPATIA, un documental que retrata la situación de la provincia y que es una afinada crítica a la sociedad soriana de la época. Por Ideopatía se llevó el premio Numancia de cine de la Diputación de Soria. Una obra que ha envejecido quizá demasiado bien y sobre la que se ha generado mucho contenido y se ha expuesto en varias ocasiones.
Así Juan Cruz ha sido homenajeado en varias ocasiones en el Certamen de Cortos de la ciudad de Soria, es reconocido como uno de los pioneros del cine en Canarias y ha ganado dos caballitos. Mucho más desconocido que Ideopatía es el documental sobre las fiestas de San Juan de 1982 al completo grabado a petición de un jurado de aquel año. El material, privado y propiedad de la familia que lo financió, apenas ha sido visionado en público.
En cine en aquella familia iba por la sangre. El propio David hizo sus pinitos como actor y logró, cuando era pequeño, un premio a mejor actor infantil en el Festival Internacional de Torrelavega. Un "hito" para Canarias que Soria 'descubrió' de la mano del mítico Julián de la Llana cuando le reconoció en un programa de televisión al grito de "¡si es el niño prodigio canario!".
Como resumen del cariño de Juan Cruz Ormazabal por Soria y por sus fiestas de San Juan y como muestra de su talento y ojo avanzado a su época siempre quedará para el recuerdo el documental 'Sol, vino y toros' donde se recogen imágenes de hasta 8 Sanjuanes diferentes de finales de los años 60 y comienzos de los años 70. Entre ellos, el año 1972, el año de 'La lluvia, la lluvia, nos ha jodido todo'. Dentro vídeo.