El verano invita a hacer deporte para desconectar en la naturaleza. Por eso, os presentamos esta ruta en bicicleta de carretera, muy sencilla y que prácticamente todo el mundo puede hacer, con 40 kilómetros en carreteras secundarias de Soria con unos paisajes de ensueño, sumergiéndote en los pinares y disfrutando del Cañón del Río Lobos.
Con la llegada del buen tiempo y las vacaciones, encontrar un plan que combine deporte y naturaleza es un auténtico lujo. Soria ofrece una opción casi perfecta: una ruta circular de menos de 40 kilómetros en bicicleta de carretera por el corazón de la comarca de Pinares. El recorrido, ideal para desconectar, culmina con el icónico ascenso al puerto de la Galiana y sus espectaculares vistas.
Se trata de una ruta de 37,6 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de 369 metros, cifras que la convierten en un reto asequible y muy disfrutable. Con una duración estimada de unas dos horas, es perfecta para una mañana o una tarde de verano, siempre que se eviten las horas de máximo calor. El trazado discurre íntegramente por carreteras secundarias que serpentean entre los espectaculares paisajes de Pinares y el Cañón del Río Lobos, ofreciendo una inmersión total en la naturaleza.
El punto de partida y final es la localidad de Casarejos. Desde allí, el ciclista debe tomar la carretera SO-P-5022 en dirección a Talveila. Este primer tramo sirve como un calentamiento ideal, rodando por una de las típicas carreteras provinciales sorianas, vías que, aunque bien asfaltadas, a menudo son estrechas, lo que garantiza un tráfico escaso y una gran tranquilidad.
Una vez en Talveila, la ruta continúa por la SO-P-5223 hasta Cubilla. El terreno no presentará grandes dificultades, más allá de una pequeña cuesta que se encuentra nada más salir de la localidad talveilense. A partir de este punto, se enlaza con la SO-P-5018, un tramo que atraviesa una sucesión de pueblos con encanto y paisajes cambiantes. El itinerario pasa por las ruinas de Cubillos, Fuentecantales, Aylagas y Valdeavellano de Ucero antes de desembocar en la carretera SO-920, dirección Ucero.
Es en la SO-920 donde se encuentra el principal desafío y, a la vez, el mayor atractivo de la jornada: el puerto de la Galiana. El ascenso, que se afronta en dirección a Casarejos, una vez atravesado Ucero, tiene una longitud de 2,8 kilómetros con una pendiente media del 5,5%. Sus cinco famosas curvas de herradura exigen un esfuerzo que se ve sobradamente recompensado en la cima, a 1.122 metros de altitud, con unas vistas panorámicas inolvidables del Cañón del Río Lobos. Una vez coronado, solo queda disfrutar del terreno favorable de vuelta hasta Casarejos, con una pequeña cuesta antes de llegar al cruce de Herrera, para completar el círculo.
Para disfrutar de esta ruta de forma segura, es fundamental tener en cuenta varias consideraciones. Se desaconseja realizar la ruta en las horas centrales del día durante el verano. Lo ideal es planificarla para primera hora de la mañana o última de la tarde. Es recomendable consultar el estado de la carretera, ya que la cuesta de la Galiana, al ser una zona montañosa, puede ser susceptible a desprendimientos, especialmente tras episodios de lluvias intensas como el ocurrido en enero de 2024. Y, aunque la ruta es corta, es importante llevar agua suficiente y algo de comida.
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