Este domingo, 6 de julio, el corazón del robledal que une Almarza y San Andrés ha vuelto a llenarse de vida, color y tradición con la celebración de la esperada romería en honor a los Santos Nuevos. Vecinos, hijos del municipio y gentes llegadas de localidades cercanas no han querido perderse esta cita tan arraigada en el calendario. A pie o a caballo —como manda la costumbre—, los romeros han recorrido el camino hasta la ermita enclavada en este entorno natural privilegiado. Una jornada llena de emoción, reencuentros y espíritu comunitario, donde se ha vuelto a poner en valor la unión entre los pueblos de la Concordia.