La educación en igualdad parece una prioridad hasta que deja de serlo. Un espectáculo para niños es solo un espectáculo para niños, pero sirve también para reproducir y transmitir estereotipos sexistas. El chiste puede resultar inocente, pero hay mejores formas de sacar una sonrisa a los más pequeños, aunque haya que trabajársela más.
Muchos dirán que exagero, pero estoy convencida de que otros muchos compartirán mi visión y puede que eso signifique que, de verdad, están cambiando las cosas. Ayer presencié un espectáculo para niños en Las Camaretas, urbanización de Golmayo. Al principio todo parecía divertido, un particular perro y unas genuinas ovejas acompañaban a decenas de niños en un pasacalles que atrapó a los presentes desde el primer minuto. Cada oveja presentaba su propia personalidad: un rockero, un niño, un anciano, una más coqueta... Perfecto.
La sorpresa llegaba al final, cuando el perro, líder del grupo, decidió esquilar al animal femenino para descubrir una figura con lencería fina, liga incluida, que bailaba con una boa al compás de ritmos sugerentes. Mi cara se transformó en un poema pues mi cerebro intentaba procesar el giro inesperado del guión.
La pregunta es sencilla: «¿Es necesario esto en un espectáculo para niños?» La respuesta rápida también parece simple: «Es solo un espectáculo para niños». Tanto dinero invertido en igualdad de género no puede haber caído en saco roto. No se puede pintar un día un banco de morado y al siguiente financiar con fondos públicos un ocio tan rancio y trasnochado. Transmitir estereotipos sexistas desde la más tierna infancia se puede y se debe evitar. Por el bien de las niñas y también de los niños. Confío en no ser la única exagerada. Me conformo con que el debate se haya abierto en más de una casa.
Soria Noticias ha contactado con el alcalde de Golmayo, Benito Serrano, para recabar su versión de los hechos. El alcalde ha reconocido haber presenciado parte del desfile. A pesar de la falta de responsabilidad directa del Ayuntamiento en la elección del contenido, Serrano no ha eludido la cuestión y ha mostrado su comprensión ante las críticas. El alcalde ha admitido implícitamente lo inapropiado de la representación, aunque ha insistido en la dificultad de fiscalizar cada detalle de los eventos contratados a terceros.