La sanidad en la provincia de Soria enfrenta un panorama "preocupante", según las declaraciones de José Ramón Huerta, presidente del Colegio de Médicos de Soria. En una entrevista en el pódcast 'Hoy es su día', Huerta diagnosticó varios problemas críticos.
La atención primaria en Soria se enfrenta a una encrucijada marcada por la falta de profesionales, una creciente presión asistencial y desafíos estructurales como la dispersión y el envejecimiento. El presidente del Colegio de Médicos de Soria, José Ramón Huerta, ha ofrecido una detallada radiografía de la situación, alertando sobre la urgente necesidad de más facultativos y de medidas que garanticen la equidad en el acceso a la sanidad en la provincia.
José Ramón Huerta, quien también ejerce como médico de familia en el Centro de Salud Soria Rural, compartió sus reflexiones y preocupaciones sobre el estado del sistema sanitario soriano en una reciente entrevista en el pódcast 'Hoy es su día'. Huerta subrayó que la principal carencia es clara: "Nosotros lo que echamos más de menos es la falta de más médicos, de más profesionales".
Un ejemplo paradigmático de esta situación es el propio Centro de Salud Soria Rural, ubicado en el Hospital Virgen del Mirón de la capital, que atiende a 134 poblaciones. "En este momento somos 14 médicos", señaló Huerta, recordando que "hace 15 años éramos veintiuno, con una población entonces en torno a los 7.000 habitantes. En este momento estará sobre los 10.000". Esta paradoja de "menos médicos para más habitantes", concentrados especialmente en la periferia de la capital como Golmayo y Camaretas, dibuja un panorama de creciente presión asistencial.
La dispersión geográfica es uno de los grandes caballos de batalla. Aunque Huerta matizó que las distancias entre pueblos no son tan extremas como podría parecer, la realidad es que "esta dispersión tan grande quizá sea la mayor dentro de la provincia y probablemente una de las mayores o la mayor de España en relación al número de habitantes, y cada vez tenemos menos recursos, pero con más pacientes", supone un reto considerable. A esto se suma el marcado envejecimiento poblacional, que "conlleva a un tipo de problemas de salud, fundamentalmente polipatología crónica y compleja", explicó el presidente del Colegio de Médicos. Esta tríada –dispersión, envejecimiento y cronicidad– define el día a día de los médicos de familia sorianos.
Huerta advirtió sobre la perversidad de algunas estadísticas que, aunque en el pasado situaban a Soria con una buena ratio de médicos por habitante, no reflejan la realidad actual ni las dificultades específicas del territorio. "Ahora mismo somos los terceros, me parece, de Castilla y León", indicó, pero insistió en que no es lo mismo atender a una población concentrada que a una dispersa y envejecida. La dificultad para atraer y retener talento es palpable: "Sitios periféricos como Soria son mucho más difíciles" para cubrir plazas, un problema que se agudiza con la falta de cobertura de las plazas MIR de Medicina de Familia. "Como hay una serie de plazas que no se cubren, luego el cubrir las necesidades que tenemos es muy difícil", sentenció.
Para revertir esta tendencia, el presidente del Colegio de Médicos de Soria insistió en la necesidad de incentivos y estabilidad laboral. Abogó por compensaciones económicas para quienes eligen trabajar en zonas consideradas menos atractivas y, fundamentalmente, por la estabilidad en el empleo. "Hay que, de alguna forma, por equidad, hacer un esfuerzo y que las reglas de juego sean iguales para todos, pero con unos incentivos al que viene a una zona que teóricamente es menos atractiva y además con problemas que hacen más difícil el trabajo".
La situación del Centro de Salud Soria Rural también ha puesto de manifiesto la pérdida de servicios esenciales. Huerta recordó que este centro "dispuso durante muchos años de servicio de urgencias", pero "en un momento dado aquí se prescindió del sistema de urgencias que tenía el propio equipo de atención primaria... y se pasó a Soria Norte". Esta decisión, según el facultativo, ha supuesto "el empeoramiento para los pacientes de zona rural. Esos son los que salen perdiendo", al alejar un servicio crucial de una parte importante de la población.
Mirando al pasado, Huerta evocó la oportunidad que supuso el antiguo colegio universitario vinculado a Medicina en Soria. "Cuando hubo una formación que estuvo muy vinculada a Soria, la gente se quedaba aquí porque sabía también lo que había, y eso ha sido una oportunidad, un período muy bueno para Soria". La ausencia actual de un centro formativo de este calibre dificulta que los jóvenes médicos conozcan la realidad soriana. "Quizás Soria ha estado un poco abandonada, dejada, nunca nos han tratado eso de la equidad", reflexionó, subrayando que la principal preocupación del Colegio sigue siendo "tener los médicos adecuados, tanto a nivel de las especialidades como atención primaria".
El presidente del Colegio de Médicos de Soria hizo un llamamiento a la sociedad soriana para que valore y apoye a su atención primaria. "Yo creo que el mensaje es que tenemos que luchar todos, pero la sociedad tiene que hacer un esfuerzo importante por ayudar y potenciar la atención primaria". Destacó la importancia de la accesibilidad, la cercanía y la empatía que caracterizan al médico de familia, un profesional que conoce la trayectoria vital de sus pacientes.
Finalmente, ante la pregunta de qué cambiaría del sistema sanitario, Huerta fue tajante: la excesiva burocracia. "Es que el médico tiene que dedicarse más a los problemas relacionados con la salud y con la relación del paciente. Y no tanto a los papeles... que te quitan tiempo para atender al paciente". Un tiempo valioso que, en una provincia con los desafíos de Soria, debería dedicarse íntegramente al bienestar de sus gentes, cuya sanidad depende en gran medida de la dedicación de sus profesionales.