La duda surgió el pasado mes de junio tras un tweet de la Policía Local de Santa Fe (Granada).
Los pueblos de Soria son únicos por su gastronomía, sus fiestas, su cultura y sus gentes. Durante estos meses veraniegos, su población se duplica, aprovechando las vacaciones, llenando sus calles y sus negocios de vida y de alegría. Sin duda, las vacaciones en el medio rural son uno de los momentos más esperados por jóvenes y adultos en nuestra provincia.
Los días empiezan desde primera hora con paseos, cafés con los amigos o rutas con la bicicleta, evitando las horas de mayor calor. Después de comer es muy habitual ir a la piscina para darse un chapuzón y refrescarse antes de cenar. Posteriormente, una de las tradiciones que más se repite en las pequeñas localidades sorianas es salir a tomar la fresca.
¿Qué significa? Muchas personas, la gran mayoría mayores, aprovechan cuando baja la temperatura para salir a las puertas de sus casas con sillas para juntarse con los vecinos y charlas sobre diferentes asuntos -en la mayoría de esos círculos se proponen soluciones para todos los problemas del país y se repasa la actualidad del municipio-.
No obstante, este gesto tan habitual en los pueblos españoles podría estar contra las cuerdas. La Policía Local de Santa Fe, una localidad de Granada, avisó a través de su cuenta de X que esta tradición puede provocar problemas: "Sabemos que sacar sillas o mesas a la puerta es tradición en muchos pueblos, pero la vía pública está regulada. Si la Policía pide retirarlas, hazlo por respeto y convivencia. Con civismo y sentido común no hay molestias. ¡Gracias por colaborar!”.
Este tweet se hizo viral en pocas horas, llegando a millones de personas de todos los rincones del país, generando mucha controversia. Los usuarios de esta red social mostraron su enfado ante este mensaje, ya que consideraban que tomar la fresca es una actividad que no debería generan problemas. La ironía tampoco faltó. Numerosas personas ofrecían su ayuda a la policía granadina "para acabar con este grave problema; todo el peso de la ley tiene que caer sobre las abuelitas”.
La ley es más estricta en las grandes ciudades del país. Según informaciones de varios medios, pueden darse multas de hasta 750 euros por la ocupación de la vía pública sin licencia. No obstante, no es algo que se vea habitualmente. En los pueblos más pequeños, como es el caso de los sorianos, está costumbre está mucho más tolerada y suele depender de las ordenanzas municipales de cada localidad. Aunque la Policía Local puede pedir a los vecinos que se retiren si es necesario, no se suele producir.
De esta manera, los sorianos podrán disfrutar este verano de una de las actividades con más arraigo en la idiosincrasia de la provincia.