Faustino Rupérez, nacido en Piquera de San Esteban, formó parte del line up del equipo Zor-Gemeaz en la edición de 1985, su única participación en la ronda gala.
La presente edición del Tour de Francia está en plena efervescencia. Con siete etapas superadas, el liderato y la superioridad de Tadej Pogacar, que ha sumado su victoria número 100 como profesional en el 4.º parcial, además de otra etapa, los aficionados de este sacrificado deporte están preparados para uno de los siguientes escenarios: o el dominio aplastante del esloveno, o una batalla de tú a tú con Jonas Vingegaard. Pero mucho antes de que estos colosos llegaran a la élite, concretamente hace 40 años, un ciclista soriano debutó en la carrera más prestigiosa del calendario UCI: Faustino Rupérez.
Natural de Piquera de San Esteban, Rupérez encaró el Tour de 1985 como una de sus últimas carreras en la élite y su última gran vuelta. Todo su trabajo ya estaba hecho, con unos resultados que cualquier profesional envidiaría, y dejando un legado importante para el futuro del ciclismo español. A diferencia de lo que vemos en la actualidad, esa edición de la Grande Boucle contó con 24 parciales, algo que puede parecernos una auténtica locura: etapas monstruosas, que superaban los 200 kilómetros, y cinco contrarrelojes, cuatro de ellas individuales, en la que una alcanzó los 75 kilómetros de distancia, y una por equipos, también de 75 kilómetros. La serpiente multicolor recorrió Francia, entre Plumelec y París, superando colosos de la montaña, como el Aubisque o Luz-Ardiden.
Rupérez tenía 28 años cuando echó a rodar el prólogo inicial, una CRI de 6,8 kilómetros con salida y llegada en Plumelec. Y el Tour ya empezó torcido: 52.º perdiendo más de 30" con Hinault, vencedor el día. Su participación en el Tour no fue la deseada, destacando dos 28.º puestos en las etapas 7 y 8. Pero poco podía hacer este soriano ante las leyendas del ciclismo que participaron en aquella edición. Solo hay que mirar el top 10 para darse cuenta del nivel que había: Bernard Hinault, Greg Lemond, Stephen Roche, Sean Kelly, Perico Delgado, Lucho Herrera y Fabio Parra, entre otros. Hinault venció en París, en un duelo de otro mundo ante su compañero en La Vie Claire, Greg Lemond, mientras que Rupérez saldó su participación con un 39.º puesto, a 46'12" del francés.
Pero esta carrera no puede manchar la exitosa trayectoria del ribereño en el mundo de la bicicleta. Como sub-23 ya destacaba, quedando sexto en el prestigioso Tour del Provenir de 1978. Debutó como profesional en 1979, y vaya debut: fue campeón de España de ruta y se apuntó la Clásica Ordiza. En ese primer año en la élite ya disputó una grande: la Vuelta a España. Y no se le dio nada mal, terminando en 4.ª posición, a dos minutos y medio del podio.
1980 fue su gran año. Fue el año de su consagración. El año en el que dio el paso definitivo. Ganó la Vuelta a España y dos etapas de la misma, por delante de ciclistas de primer nivel mundial, como Criquielion y Kelly. Dominó la carrera desde el quinto parcial, en la Seo de Urgell, donde ganó y se vistió de líder hasta el final de la ronda. Además, debutó en el Giro d'Italia, donde fue tercero entre las etapas 7 y 17, y finalizó en 11.ª posición, una prueba que ganó 'El Tejón' Hinault. Esa temporada también ganó la Vuelta a Asturias y dos etapas, y cosechó dos meritorios cuartos puestos en País Vasco y Cataluña, carrera que un año más tarde conquistó.
En sus siete temporadas en la élite, Rupérez recolectó hasta 21 victorias, corrió 13 grandes vueltas y seis monumentos, e incluso fue 4.º en un Campeonato del Mundo, en Suiza 1983. Aquel día ganó Greg Lemond y a 1'11" entró un grupo en el siguiente orden: Adrie Van der Poel (padre de Mathieu, ganador de etapa en el actual Tour), Stephen Roche, Faustino Rupérez y Claude Criquielion. Rupérez se quedó a un paso de llevarse una medalla mundialista.
Esta es la historia de Faustino Rupérez, el ciclista que paseó el nombre de Soria por Italia, Francia y todo el mundo.