Los finalistas de la cuarta edición, Virrey Palafox, Los Villares y La Gastro Tasquita, han compartido el premio con sus ingeniosas tapas elaboradas a base de torrezno.
ASOHTUR, en colaboración con la Marca de Garantía Torrezno de Soria, ha celebrado su IV edición del Concurso El Mejor Torrezno de Mundo en la categoría de Innovación. Los tres finalistas de la presente convocatoria han sido el restaurante Virrey Palafox, de El Burgo de Osma, el restaurante Los Villares, de Los Villares de Soria, y La Gastro Tasquita, de la capital. Y el veredicto del jurado, formado por los miembros del Club de Catas de El Casino, no ha podido ser más equilibrado: las tres propuestas han compartido la primera posición.
La propuesta de Mario Sanz y la Gastro Tasquita ha sido dulce. El pinariego ha llevado el torrezno a una piruleta “jugando con las tapas y la comida, como si fuéramos niños”. Para elaborarla, ha hecho “una crema con el torrezno, que va envuelta en chocolate”. Esta cobertura de chocolate tiene “toques cítricos, con naranja y lima, ron y la corteza del torrezno que le da un toque crujiente”. La idea de Sanz era “crear algo diferente, trasteando con los sabores, una idea que ha surgido a base de pruebas”. El proceso no es sencillo, ni mucho menos rápido, ya que “hacer la crema y encontrar la textura ideal lleva su tiempo”, y su valoración sobre el resultado lo dice todo: “Ha salido tal y como me lo imaginaba”.
En cuanto a Los Villares, Lourdes Cascante ha presentado su tapa “Rueda, rueda Chancho”. De una elaboración compleja, juega “con hasta siete texturas diferentes del torrezno, con una besamel o una pasta hechas con el mismo, y se tarda un mínimo de ocho horas en hacerlo”. Este plato, “que se debe de comer con la mano”, no fue la primera idea que les rondó la cabeza: “Pensamos en hacer algo dulce, pero lo cambiamos todo. Podía haber sido un donut o un churro”. Pero se quedaron con esta opción porque “el dulce quitaba protagonismo al torrezno”.
El tercer turno ha sido para el Virrey Palafox, de El Burgo de Osma, con Francisco de Gregorio, y su particular churro. La intención del chef es “darle una vuelta al concepto de dulce y salado”. Para elaborarlo, lo han hecho “con pan frito que lleva torrezno, y una crema pastelera con el mismo producto”. Lo han acompañado con “una crema de caldo de carne con puré de calabaza y chocolate”. Además, han destacado que “el torrezno es un producto que da mucho juego”.
Todas estas delicias culinarias podrán disfrutarse durante las próximas semanas en los establecimientos que han llegado a la final, para que cada comensal se lleve a la boca un cachito de una Soria innovadora.