El sindicato sufre un acto vandálico en su puerta principal con mensajes de corte ultra. La organización muestra su rechazo absoluto y lo enmarca en la lucha contra la xenofobia y los discursos de odio que se extienden por el país.
La puerta principal de la sede de Comisiones Obreras (CCOO) en Soria, ubicada en la calle Vicente Tutor, ha amanecido este viernes con varias pegatinas de ultraderecha. Los mensajes, que evidencian un claro ataque ideológico, incluían lemas como 'Remigración. Por unas calles limpias', 'Políticos ladrones. Contra el capital lucha radical' y 'Juntos contra la peste roja'
La secretaria general de CCOO Soria, María Enciso, ha condenado los hechos y ha lanzado una advertencia clara: “no nos intimidan ni vamos a tolerar ningún tipo de violencia”. Enciso reconoce que, aunque la extrema derecha aglutina a pocas personas, se trata de una minoría organizada, “muy peligrosa y financiada para socavar nuestra convivencia, nuestra libertad y nuestra democracia”.
Este ataque se produce en un contexto de creciente tensión y movilización contra el racismo. Precisamente este jueves, CCOO se concentró en cinco de las nueve provincias de Castilla y León (Valladolid, Burgos, Palencia, Salamanca y Ávila) para protestar contra la violencia racista vivida en Torre Pacheco (Murcia). Enciso, como cara visible del sindicato en Soria, se ha sumado a estas protestas afirmando que “no nos vamos a quedar de brazos cruzados” e insistiendo en que “ya es hora de `pasar de la indignación a la acción`”.
Desde CCOO, la reivindicación va más allá de la simple condena. El sindicato reclama “una respuesta contundente de los poderes públicos contra los grupos y personas que están detrás” de estos actos. En este sentido, recuerdan que en Castilla y León el diez por ciento de la población que cotiza a la Seguridad Social es de origen extranjero, lo que supone una contribución fundamental a la economía regional. Además, “contribuyen de manera positiva asentando población en el medio rural de manera que sostienen nuestros pueblos cada vez más decadentes”.
Finalmente, Enciso sostiene que la violencia vista en Murcia, donde se han producido ataques a vecinos y vecinas de origen magrebí, incluidos niños, es una amenaza extensible. Advierte que “podrían hacerlo contra cualquiera que no encaje en su reducido esquema mental: personas racializadas, LGTBI +, con discapacidad, en riesgo exclusión social o en situación de pobreza, gitanas, sindicalistas, periodistas, progresistas, demócratas o feministas”.