La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, ha reforzado sus programas de ayudas al autoempleo y la contratación con una inversión de más de 17 millones de euros para 2025. Las nuevas bases reguladoras, que se convocarán próximamente, incrementan las cuantías, introducen incentivos para el teletrabajo y el relevo generacional, y amplían los colectivos beneficiarios para dinamizar el mercado laboral.
La Junta de Castilla y León ha anunciado un importante impulso a la creación de empleo con una inversión global superior a los 17 millones de euros para el ejercicio 2025. Según ha informado la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, estos fondos se destinarán a reforzar y modernizar los programas de fomento del autoempleo y la contratación, adaptando la normativa a la nueva realidad social y laboral de la comunidad. Las convocatorias, cofinanciadas en su mayoría por el Fondo Social Europeo Plus (FSE+), se publicarán en las próximas semanas.
El objetivo de estas modificaciones es dinamizar el mercado laboral, reducir las cifras de desempleo y promover un crecimiento económico inclusivo. Para ello, se ha apostado por incrementar las cuantías de las ayudas, incorporar nuevos incentivos y ampliar el abanico de posibles beneficiarios, poniendo el foco en la estabilidad laboral, el emprendimiento y la cohesión social en los territorios con mayores dificultades.
Una de las novedades más destacadas es el aumento generalizado de las subvenciones. Las nuevas bases reguladoras establecen mejoras significativas en las diferentes líneas de ayuda para hacerlas más atractivas y efectivas:
Las ayudas se modernizan para dar respuesta a las nuevas formas de trabajo y a los retos demográficos. Por primera vez, se introduce un incentivo específico para la contratación en modalidad de teletrabajo, que será mayor si el domicilio del trabajador se encuentra en un municipio de menos de 1.000 habitantes. Además, se apoyará el relevo generacional con un incremento en la subvención cuando la contratación esté motivada por la próxima jubilación de otro empleado, facilitando un periodo de convivencia y traspaso de conocimiento.
También se establece un incentivo adicional, de entre 2.000 y 6.000 euros, cuando el centro de trabajo sea de reciente apertura o se ubique en municipios de menos de 5.000 habitantes o en zonas de Programas Territoriales de Fomento. Se refuerza, asimismo, el apoyo a personas con responsabilidades familiares, incluso sin convivencia. Como nuevos colectivos prioritarios se incluye a desempleados de un ERE y a perceptores del Ingreso Mínimo Vital.
Para facilitar el emprendimiento, se amplían los conceptos subvencionables en las ayudas al autoempleo, incluyendo ahora gastos en desarrollo de software, comercio electrónico y protección de la propiedad industrial. Finalmente, se modifica el criterio de acceso para las empresas, permitiendo que soliciten las ayudas aquellas con menos de 250 trabajadores en una misma provincia, en lugar de contabilizar la plantilla total de la empresa. Según la Junta, esta medida permitirá que un mayor número de entidades y trabajadores puedan beneficiarse de las subvenciones.