La doctora en Historia del Arte, Marta Poza, imparte una conferencia en el Centro Cultural San Agustín sobre la concepción de la muerte en la Edad Media. La charla explorará la iconografía funeraria, la preparación para una 'buena muerte' y curiosas creencias como la protección de San Cristóbal.
El Centro Cultural San Agustín acoge esta tarde, a las 20:00 h, una fascinante conferencia sobre la percepción y representación de la muerte durante la Edad Media. La ponencia, titulada 'Imágenes para la Salvación: advertencias, modelos e intercesión en la iconografía funeraria de la Edad Media', será impartida por Marta Poza, doctora en Historia del Arte y una de las mayores expertas en la materia. Esta actividad se enmarca dentro de las actividades complementarias de Santa Catalina que tienen lugar en El Burgo de Osma.
Lejos de la concepción actual, en la Edad Media la muerte no era un suceso privado, sino que tenía una vivencia comunitaria. Según se explicará en la charla, era un acontecimiento público, 'casi una celebración', que impregnaba el arte de la época con múltiples matices. Esta visión permitía a la sociedad afrontar el tránsito final de una manera integrada y compartida.
España experimentó un gran desarrollo de la escultura funeraria, creando un tipo de sepulcro muy original que no tiene paralelo en el resto del arte europeo. Estas obras se caracterizan por representar escenas funerarias, como el velatorio o el entierro, con un acentuado naturalismo. Un ejemplo paradigmático de esta corriente artística es el magnífico sepulcro de san Pedro de Osma, que se conserva en la catedral burgense.
Para cualquier hombre o mujer medieval, saber cómo y cuándo llegaría su muerte era una ventaja, ya que les permitía prepararse espiritualmente para el Juicio de Dios. Esta preparación incluía a menudo el diseño de una 'escenografía funeraria' propia. En ella, se buscaba emular la muerte de un personaje notable, habitualmente un santo, con la esperanza de alcanzar el mismo destino glorioso que esa figura sagrada.
Una de las creencias más curiosas de la época giraba en torno a San Cristóbal. Se pensaba que este santo, a menudo representado en las puertas de las iglesias, ayudaba en el traslado de las almas, de forma similar al dios egipcio Anubis. La tradición popular decía que si un feligrés, tras la misa, se plantaba ante su imagen y le decía “hoy no me llevas”, quedaría a salvo de una muerte súbita durante las siguientes veinticuatro horas.
Marta Poza es licenciada en Geografía e Historia y doctora en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid. Desde 2006, ejerce como profesora contratada doctora en el Departamento de Historia del Arte I (Medieval) de la Universidad Complutense de Madrid. Su labor investigadora se centra en el Románico en los reinos peninsulares, con especial atención a la escultura y la iconografía, habiendo participado en importantes exposiciones y proyectos de investigación I+D como 'Corpus de Arquitectura Monástica Medieval Española'.