Ecologistas en Acción de Castilla y León ha solicitado a la Junta que las nuevas ayudas para bioseguridad en explotaciones ganaderas, cofinanciadas por la PAC, incluyan medidas para la coexistencia con el lobo. La organización argumenta que la presencia del depredador es "clave para reducir la transmisión de enfermedades como la tuberculosis", citando estudios que demuestran su eficacia como regulador sanitario natural.
La organización Ecologistas en Acción de Castilla y León ha solicitado formalmente a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta que las medidas preventivas para la coexistencia con el lobo se incluyan en las ayudas destinadas a mejorar la bioseguridad de las explotaciones ganaderas. Según la asociación, la presencia de este depredador en los montes es una herramienta fundamental para proteger la salud de la cabaña ganadera extensiva y, por tanto, se debe invertir en ella con fondos públicos.
La petición surge a raíz de la convocatoria de ayudas publicada en el BOCYL el pasado 14 de julio, enmarcada en el Plan Estratégico de la PAC 2023-2027 y cofinanciada por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER). Dicha orden contempla subvenciones para “acciones dirigidas a fomentar la compatibilización de los usos ganaderos en régimen extensivo con otra fauna silvestre”, con el objetivo de minimizar el riesgo de transmisión de enfermedades entre los animales domésticos y salvajes.
Desde Ecologistas en Acción argumentan que el lobo cumple una "función sanitaria esencial" como depredador apical y regulador natural. Al controlar las poblaciones de herbívoros silvestres, que pueden ser transmisores de enfermedades, el lobo contribuye directamente a la salud de los ecosistemas. La organización subraya que esta no es una mera teoría, sino un hecho empíricamente demostrado por la ciencia.
Como ejemplo, señalan el caso del Parque Nacional de Monfragüe, de donde el lobo fue erradicado. Según estudios recientes citados por la organización, en esta zona la tuberculosis afecta actualmente al 70 % de la fauna silvestre. La presencia del depredador, afirman, no solo reduce poblaciones mediante la caza, sino que su mera existencia provoca la desagregación de los grupos de herbívoros, disminuyendo drásticamente la prevalencia de patógenos.
La organización ecologista recuerda que las subvenciones de la PAC están condicionadas al respeto del medioambiente, en línea con el Pacto Verde Europeo y el Reglamento de restauración de la naturaleza. Este último marca el objetivo de recuperar para 2030 al menos un 30 % de los hábitats y especies en estado desfavorable, como es el caso del lobo en España. Por ello, consideran que financiar la coexistencia es coherente con las directrices europeas.
Finalmente, Ecologistas en Acción reitera su convencimiento de que “el lobo y la ganadería extensiva de calidad son compatibles”. La organización defiende tanto la protección de la especie como el trabajo de los ganaderos y ganaderas comprometidos con el bienestar animal y el medio ambiente, y por ello reclaman a las administraciones una apuesta decidida por la coexistencia bajo el lema: “¡LOBO VIVO Y PROTEGIDO!”.