La bardera que lleva sacudiendo Soria durante las últimas semanas podría producir una importante subida del mercurio durante un mes de agosto que será muy seco. Apenas se esperan precipitaciones.
Las cabañuelas de Luis Jacinto explican que el antiguo calendario romano tenía 10 meses. Comenzaba en marzo y terminaba en diciembre. Por aquel entonces, agosto se llamaba sextilis (sexto) debido a que el emperador romano, Octavio Augusto, se sentía celoso de que su tío, Julio César, tuviera un mes en su honor. Fue elegido este mes, también para honrar a Augusto; ya que en el año 30 antes de Cristo, venció a Cleopatra y Marco Antonio, entrando triunfador en Roma.
Con los 24 primeros días de agosto se hace la predicción para el año siguiente: las cabañuelas; de ahí los refranes siguientes: "Agosto tiene el secreto de los doce meses del año" y "agosto con lluvia, cosecha segura".
Este mes suele ser muy seco y caluroso; que deseca todos los productos del campo, excepto las uvas. Su calor produce un cambio en la coloración de la uva, denominado envero (que viene del latín: de in (en, dentro) y de (variare, variar, cambiar, significa cambiar por dentro) que es el inicio de la maduración de la uva; donde cambia de color, pasando del verde al negro, morado, rojizo. El envero es un momento clave en el ciclo de la vid, para determinar el momento óptimo de la vendimia.
De agosto viene:
Agostarse: secarse las plantas por el calor de este mes.
Agostadero: lugar donde el ganado pasa el verano.
Hacer el agosto: obtener un beneficio económico aprovechando una ocasión propicia, o un momento de gran éxito en un negocio.
Magosto, no tiene nada que ver con agosto. Es una fiesta del Bierzo (León), donde se hacen hogueras para asar castañas en el otoño.
El mes comienza con el sol en la constelación de Leo y termina en la de Virgo. Durante este tiempo suele hacer calor y llover poco. Según transcurran los días, se irán acortando 2 minutos y 10 segundos -la cantidad aumentará a finales de mes, pasando a 2 minutos y 20 segundos-. De esa manera, en agosto se pierde una hora y 10 minutos de sol, que, añadidos a los 45 minutos perdidos desde el solsticio, el 31 de agosto habrá una hora y 55 minutos menos de sol.
Las cabañuelas mensuales o las de Santa Lucía dicen: que en agosto no vamos tener mucho calor, ni mucha lluvia. Lo que más va a abundar es el viento, con predominio de los del norte. Las temperaturas van a ser agradables, con mañanas fresquitas. Vamos a tener, como en julio, vaivenes térmicos, con mucho viento y muy poca lluvia.
Pero, después de un episodio de bardera (viento soriano del norte) tan largo, como hemos tenido en los últimos días de julio, igual tenemos más calor de lo pronosticado en un principio. “En verano, después de la bardera, viene la chicharrera”, este refrán es mío.
Así ocurrió en la primera quincena de julio, que tuvimos un episodio de bardera, no tan largo, y luego tuvimos bastante calor, el 17 alcanzamos los 37°.
La primera quincena va a ser más calurosa que la segunda. Del 4 al 10 vamos a tener los días más calurosos. Y todo el mes con lluvias escasas. "Agosto por el día fríe el rostro, pero por la noche frío en rostro"
Del 1 al 8, con la luna en creciente y el sol en leo. Se tiene que retirar la bardera y si se retira; las temperaturas diurnas van a ser muy agradables o casi calurosas y las nocturnas un poco frescas. A partir del 1 aumenta algo la nubosidad, y como consecuencia, también, aumentarán las temperaturas, pero este aumento vendrá acompañado del abanico (el viento). Algunos días con vientos fuertes, abundando los vientos del norte.
Las lluvias van a ser, prácticamente, inexistentes. Podría llover algo el día 8, en el crepúsculo (del latín creper, oscuridad pequeña, es decir, el anochecer), pero lluvias muy débiles.
El día 5 de agosto va a ser uno de los días más cortos jamás medidos. No va a llegar a los 86.400 segundos, va a ser unos milisegundos más corto. Pero igual es todavía más corto de lo previsto, como consecuencia del terremoto del día 30 de julio en Rusia, de 8,8 de magnitud, uno de los seísmos (del verbo griego seiein, sacudir, hacer temblar) más potentes de la historia; ya que esto no se había previsto. Los grandes terremotos, dicen los científicos, aceleran la rotación de la tierra. Qué raro que un terremoto de esa magnitud, no haya provocado un gran tsunami del japonés (tsu, puerto y nami, ola, significa ola en el puerto).
Del 9 al 15, con la luna llena en acuario y el sol en leo. Las temperaturas diurnas van a seguir siendo agradables, pero un poco más bajas que las de los últimos días y las nocturnas frescas. A partir del 11 bajan las temperaturas. Con vientos de dirección variable; predominando los del norte. Del 9 al 15 algún día tiene que llover, pero lluvias de tormenta débiles. Casi todos los años llueve algún día entre San Lorenzo y la Asunción de la Virgen.
El lunes 9 es la luna llena del esturión. Los indios amerindios, en esta época, pescaban esturiones en los grandes lagos. Terremotos o erupciones volcánica del 9 al 15 de agosto, sobre todo el 13,14 y 15. En la segunda parte del año se van a producir más terremotos que en la primera.
Del 16 al 22, con la luna en fase menguante y el sol en leo, bajan las temperaturas, y las lluvias van a seguir siendo escasas. Vientos de dirección variable, con predominio del norte.
El día 15 acaba la perrita, la temporada de más calor del año. El año pasado la primera quincena de agosto fue la más calurosa. "Cuando San Roque (16 de agosto) vuelve la espalda, el tiempo cambia".
Del 23 al 31, con la luna nueva y el sol en virgo. Bajan algo más las temperaturas y las lluvias van a brillar por su ausencia, mientras que los vientos van a ser del norte, la bardera.
Una poco frecuente alineación de seis planetas se podrá observar en los cielos de la provincia durante las madrugadas del 10 y 11 de agosto. Este fenómeno astronómico coincide con las predicciones de las cabañuelas, que, augura un agosto y un próximo año marcados por la escasez de lluvias.
Agosto es, por antonomasia, el mes de las cabañuelas. Esta tradición popular de meteorología no científica busca predecir el tiempo del año completo observando las condiciones atmosféricas de sus primeros días. Este 2025, la interpretación de estas jornadas clave se complementa con un evento celeste que, para algunos aficionados, también trae consigo pistas sobre el futuro climático.
Luis Jacinto combina ambos fenómenos para trazar un pronóstico detallado. Por un lado, el comportamiento del cielo el 1 y el 3 de agosto y, por otro, una alineación planetaria que, según su experiencia personal, está ligada a periodos de sequía.
Durante las jornadas del 10 y 11 de agosto, justo antes del amanecer, los aficionados a la astronomía tendrán una cita especial. Se producirá una alineación de seis planetas del sistema solar. Cuatro de ellos serán fácilmente identificables, mientras que los otros dos requerirán ayuda óptica.
El impulsor de estas predicciones señala que, si bien la comunidad científica sostiene que estos fenómenos no afectan al clima, su observación personal en alineaciones anteriores que ocurrieron al atardecer coincidió con meses muy secos. No obstante, admite que esta es la primera vez que comprueba el efecto de una alineación visible al alba.
En el argot de las cabañuelas, el 1 de agosto es conocido como 'la llave del año'. La tradición dicta que el tiempo de esta jornada es un reflejo de cómo serán los doce meses siguientes. El refranero lo confirma: "Agosto tiene el secreto de los doce meses completos".
Este año, el primer día del mes se caracterizó por "cuatro gotas mal contadas", la aparición de nubes de evolución y vientos de dirección variable, con predominio del nordeste. La conclusión, según este método, es que nos espera un año con pocas lluvias, que podría calificarse de seco, y con temperaturas un poco por debajo de lo normal.
Para afinar el pronóstico del mes en curso, las cabañuelas se fijan en el día 3. El dicho popular es claro: "Lo que hace el día tres, lo hace todo el mes". Este pasado domingo, la jornada fue despejada, con nubosidad de evolución por la tarde y temperaturas agradables. La interpretación es directa: se espera que durante el mes de agosto las lluvias vayan a ser escasas. Una predicción que, según el análisis del aficionado, se vería reforzada por la mencionada alineación planetaria. Para una confirmación más precisa, habrá que esperar a las cabañuelas de la luna de octubre y las de Santa Lucía.
En cuanto al pronóstico a más corto plazo, la tradición también tiene una respuesta basada en el viento. Entre el 23 de julio y el 3 de agosto se registraron doce días de 'bardera', como se conoce popularmente al viento del nordeste. Siguiendo el refrán "en verano, después de la bardera viene la chicharrera", se esperan ahora unos doce días de bastante calor. Sin embargo, no será un calor sofocante, ya que vendrá "con el abanico incorporado", es decir, acompañado de viento, y con la probable formación de nubes de evolución durante las tardes.
Puede llover el día 25, por la noche o por el dilúculo (al alba), pero lluvias débiles. "Por San Bartolomé (24 de agosto), tormenta ha de haber".
Terremoto o erupciones volcánicas del 23 al 30, sobre todo el 23 y el 24.