El Estado oficializa, a través de su publicación en el BOE, una inversión de casi 15 millones de euros para la modernización integral de estas infraestructuras agrarias. El proyecto, gestionado por SEIASA, unificará la captación de agua y creará una red presurizada para mejorar la eficiencia hídrica, reducir costes energéticos y potenciar la competitividad del sector agrícola en la ribera del Duero.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este lunes la resolución que aprueba una inversión de casi 15 millones de euros para la modernización integral de los regadíos del Canal de Ines y del Canal de Eza. Esta actuación, enmarcada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, busca optimizar el uso del agua y mejorar la competitividad del sector agrícola en la ribera soriana del Duero.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha aprobado formalmente una partida de 14.902.706 euros para transformar los sistemas de riego de ambas comunidades de regantes. Según se detalla en la resolución oficial, la inversión se canaliza a través de la tercera adenda al convenio con la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA).
Aunque el proyecto ya se había anunciado, su publicación en el BOE representa el paso administrativo definitivo que permite asignar el presupuesto e iniciar los trámites para su ejecución. La modernización de estas infraestructuras es considerada una pieza clave para el futuro del campo soriano. El objetivo es mejorar el aprovechamiento del agua, reducir los costes energéticos y optimizar la gestión de los recursos hídricos. En palabras del subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, “esta inversión demuestra el compromiso del Gobierno con el sector agrícola soriano y con un modelo productivo más adaptado al cambio climático, más justo y más competitivo”. Además, la actuación contribuye a fijar población en el medio rural y a avanzar hacia un modelo agrícola más digital y sostenible, en línea con los objetivos del Pacto Verde Europeo.
La actuación prevista es ambiciosa y busca una transformación completa del sistema actual. Para garantizar la máxima viabilidad técnica y económica, se ha optado por unificar la toma de agua para toda la superficie regable en el actual azud del Canal de Ines, descartando el del Canal de Eza por las importantes deficiencias que presenta. Esta solución, además, minimiza el impacto ambiental sobre el río Duero. Las principales actuaciones contempladas son:
El Canal de Eza, situado en la margen derecha del Duero, se puso en servicio en 1908, antes incluso de la construcción del embalse de la Cuerda del Pozo. Su nombre rinde homenaje a Luis Marichalar Monreal, vizconde de Eza, político soriano que impulsó su creación. Actualmente, abastece las vegas de Velilla de San Esteban y Alcozar. Su estado de conservación es muy deficiente. Salvo un pequeño tramo inicial, el canal está excavado directamente en tierra, lo que provoca grandes pérdidas de agua y la invasión de vegetación. El riego se realiza por inundación o mediante motobombas diésel, un sistema poco eficiente. Su punto de toma es un azud rudimentario que carece de elementos básicos de regulación, como compuertas o una escala de peces adecuada.
Desarrollado por el Estado tras la construcción de la presa de la Cuerda del Pozo, el Canal de Ines entró en servicio en 1953. Discurre por la margen izquierda del Duero y abastece las vegas de Atauta, Aldea de San Esteban, Soto de San Esteban, San Esteban de Gormaz, Miño de San Esteban y Langa de Duero. Curiosamente, su nombre se debe a que la presa se iba a construir inicialmente en Ines, aunque por motivos técnicos se trasladó a Olmillos. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Duero, tiene una longitud de 26,5 kilómetros. Aunque su estructura es de hormigón, su antigüedad ha provocado un mal estado de conservación. El azud de captación, aunque mejor equipado que el de Eza, presenta deficiencias mecánicas en sus compuertas que serán rehabilitadas dentro de este proyecto de modernización.