Un avión de las fuerzas aéreas mauritanas aterrizó por sorpresa el pasado viernes en el aeródromo soriano. El país africano juega un papel clave en la crisis migratoria que viven las Islas Canarias y fue visitado hace menos de un mes por Pedro Sánchez.
El pasado viernes, un avión del Ejército del Aire de la República Islámica de Mauritania aterrizó por sorpresa en Soria. Lo hacía en el Aeródromo de Garray, una instalación que apenas cuenta con actividad y que se encuentra desde hace meses a la espera de los informes de AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) para poder ampliar su pista y dar servicio a aeronaves de mayor tamaño.
Así, el autodenominado ATI (Aeródromo Tecnológico e Industrial) no cuenta con la infraestructura propia no ya de un aeropuerto, como podrían ser controles de aduanas o de seguridad, sino tampoco con la de un aeródromo con actividad regular, como podrían ser los servicios para la reparación de aeronaves.
Pese a ello, el pasado viernes esta pequeña pista soriana fue el lugar elegido para que este avión realizase un aterrizaje de emergencia tras un "supuesto" fallo técnico. Según se desprenden de las imágenes, tomadas por este medio sobre el terreno, se trata de un CASA/IPTN CN-235, una nave turbohélice fabricada en España y pensada especialmente para la patrulla de las costas y el transporte militar de corto y medio alcance tanto de mercancías como de personas.
Las fuentes oficiales en la provincia de Soria consultadas por Soria Noticia aseguran no tener constancia de este aterrizaje. Así lo hacen la representación del Gobierno de España, responsables de la Guardia Civil y del tráfico aéreo, y la Diputación provincial, propietaria de las instalaciones donde aterrizó la aeronave.
Los amantes de las series de intriga geopolítica no pasarán por alto que Mauritania es uno de los países 'supuesto' en la llegada de inmigrantes en situación irregular a España por su cercanía con las Islas Canarias.
Además de ser uno de los principales lugares de partida de los cayucos, Mauritania es la principal frontera del Sahara Occidental, territorio de herencia colonial española que Marruecos tiene anexionado de facto con el beneplácito de Estados Unidos.
Hace menos de un mes, el propio presidente Pedro Sánchez y varios ministros viajaron hasta Mauritania en la primera reunión al más alto nivel entre ambos países. Con la crisis migratoria como elemento transversal, ambas naciones firmaron acuerdos en materia de transporte, seguridad social, ciberseguridad y parques nacionales.