La Delegación de Caza de Soria ha homenajeado a Rogelio Álvarez García, de 88 años y vecino de Rioseco de Soria, como el cazador federado más veterano de la provincia. El reconocimiento, entregado este martes, valora su trayectoria y el haber sabido transmitir la afición cinegética a su hijo y nieta.
La Delegación Provincial de la Federación de Caza en Soria rinde homenaje a su cazador federado de mayor edad. Se trata de Rogelio Álvarez García, de 88 años y vecino de Rioseco de Soria, quien recibe este martes un reconocimiento por toda una vida dedicada a la actividad cinegética y a la defensa de sus valores.
El acto de entrega tuvo lugar este martes, 12 de agosto, en un emotivo encuentro. Según informan desde la propia delegación, el objetivo es agradecer a Álvarez su fidelidad y su papel en la promoción de la caza. El homenajeado estuvo acompañado por su hijo y su nieta, reflejo del legado familiar que ha sabido construir en torno a su gran pasión.
El Delegado de la Federación de Caza de Soria fue el encargado de entregar una placa conmemorativa a Rogelio Álvarez, reconociendo así décadas de implicación en el mundo cinegético de la provincia.
Según ha comentado el propio homenajeado a la federación, su trayectoria como cazador ha estado marcada por la pasión por la caza de la liebre. En sus inicios, practicaba esta modalidad con perros galgos, para posteriormente especializarse en el uso de perros de rastro. Su afición no se ha detenido con el paso de los años, ya que sigue acudiendo con asiduidad a los ganchos y monterías que se organizan en el coto de su pueblo, Rioseco de Soria.
Desde la Delegación de Caza han querido destacar que este reconocimiento es doble. Por un lado, se premia la fidelidad de Rogelio Álvarez a la caza y a la propia federación durante toda una vida. Por otro, y de manera muy especial, se valora el hecho de que haya sabido transmitir esta afición a sus descendientes.
La entidad subraya la importancia de este hecho, ya que en muchas ocasiones se observa una pérdida de interés por la actividad cinegética entre las generaciones más jóvenes. El caso de la familia Álvarez es, por tanto, un ejemplo de continuidad y amor por la tradición. Finalmente, desde la federación han expresado sus mejores deseos para que Rogelio pueda seguir disfrutando de la caza de liebres y jabalíes durante muchos años más.