La Junta de Castilla y León ha convocado una línea de ayudas dotada con 450.000 euros para el año 2025, destinada a fomentar el dimensionamiento y la profesionalización de las cooperativas agroalimentarias de la Comunidad. La nueva convocatoria introduce cambios en los criterios de valoración, dando prioridad a las solicitudes que quedaron pendientes en 2024 y a la incorporación de nuevos socios.
La Junta de Castilla y León pone en marcha la convocatoria de ayudas al dimensionamiento de las cooperativas agroalimentarias para el ejercicio 2025. Según ha publicado el Gobierno autonómico, esta línea de subvenciones cuenta con un presupuesto total de 450.000 euros, distribuidos en nueve líneas de actuación, y presenta novedades en sus criterios de valoración para adaptarse a las necesidades del sector.
Estas ayudas se enmarcan dentro del Plan Estratégico del Cooperativismo Agroalimentario de Castilla y León 2024-2027, una iniciativa promovida por la propia Junta y la Unión Regional de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla y León (URCACyL). El objetivo principal es fortalecer un modelo empresarial que representa un pilar fundamental para la economía de la Comunidad.
El sector cooperativo agroalimentario en Castilla y León aglutina a 36.000 socios, genera un volumen de negocio de 3.900 millones de euros y da empleo a cerca de 4.000 personas. Con estas subvenciones se busca impulsar su desarrollo y profesionalización para aumentar su competitividad en el mercado.
La finalidad de esta convocatoria es promover una mayor profesionalización de un sector estratégico para la economía regional. Al mejorar la estructura y gestión de las cooperativas, se pretende incrementar su competitividad y, por extensión, la de los agricultores y ganaderos que forman parte de ellas.
Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se subraya que un correcto dimensionamiento de estas entidades favorece la generación de mayor valor en la producción y comercialización. Además, el incremento de su actividad, desarrollada principalmente en el medio rural, se considera una herramienta clave para potenciar la fijación de población en el territorio.
La convocatoria de este año introduce modificaciones significativas en sus bases, fruto de la experiencia del ejercicio anterior y atendiendo a una petición expresa de URCACyL. Los cambios se centran en el orden de preferencia de los criterios de valoración y en los mecanismos de desempate, aunque las ayudas se seguirán concediendo en régimen de concurrencia competitiva.
Se ha establecido un nuevo orden de preferencia para la valoración de las solicitudes. Las principales prioridades son:
A continuación, y en orden de prioridad, se valorarán las ayudas destinadas a las siguientes actividades:
Otra de las novedades es la introducción de un supuesto para resolver empates entre dos o más solicitudes. Se ha modificado el segundo criterio de desempate, que ahora valorará la contratación efectiva del mayor porcentaje de trabajadores con discapacidad durante el plazo de ejecución de la actividad subvencionada, en lugar del simple compromiso de contratación que figuraba en las bases anteriores.