El presidente de la Junta ha comparecido ante los medios de comunicación tras la reunión que han mantenido en el Centro Autonómico de Mando para tratar los incendios que están activos en la comunidad. Ha destacado que "el cambio de clima ha hecho que mejore la situación, estabilizando varios de los frentes abiertos".
Castilla y León está viviendo uno de los peores veranos de su historia, con miles de hectáreas naturales arrasadas por los diferentes incendios que están asolando a la comunidad. En este marco, Alfonso Fernández-Mañueco, presidente de la Junta, ha tenido una reunión en el Centro Autonómico de Mando con el director general y los diferentes técnicos que están viviendo la situación, para valorar cómo van a distribuir los medios y las medidas que tiene que tomar para estabilizar los focos afectados.
Tras la reunión citada, Mañueco ha destacado que "la evolución es favorable, gracias al cambio que ha sufrido la meteorología, y eso está haciendo que los operativos estabilicen los incendios". Ante esta coyuntura, el presidente ha señalado que "no hay localidades en riesgo y esperamos un realojo en las próximas horas", con la esperanza de que el tiempo "acompañe para que no se pierdan los avances logrados".
Mañueco ha defendido que "todas las decisiones se han tomado pensando en la seguridad de las personas, tanto de los trabajadores presentes en los operativos, como de los habitantes de todos los municipios". En esa misma línea, el presidente ha afirmado que "el desalojo de los pueblos se hizo por seguridad, como herramienta preventiva".
La cabeza visible del gobierno autonómico no ha dudado en alegar que "España ha vivido, hasta el domingo, una situación excepcional". La "ola de calor que ha estado presente en el territorio durante 17 días" y "las rachas de viento, que han alcanzado hasta 80 km por hora", son los argumentos que ha utilizado para defender que es "una situación que no se había vivido nunca, ante la que los técnicos han dicho que los incendios eran incontrolables y estaban fuera de la capacidad de extinción".
Tras haber recuperado una climatología más estable, la Junta "ha conseguido estabilizar los incendios de Ávila, Salamanca, varios frentes de Zamora y se está mejorando mucho la situación de León". Ante este mensaje esperanzador, Mañueco se ha mostrado cauto: "Tenemos que tener en cuenta que es una situación que puede cambiar".
El presidente autonómico ha destacado que están "trabajando codo con codo con la Delegación del Gobierno" una colaboración con la que se ha mostrado "satisfecho". De hecho, el Gobierno de España ha comenzado a apoyar a la Junta en su lucha con el fuego, pero Mañueco se ha mostrado reacio a hacer valoraciones: "No voy a valorar, no estoy para criticar, sino para hacer mi trabajo y todos tenemos que arrimar el hombro. Sabemos quién tiene que dar los pasos ahora. Desde Castilla y León seguimos pidiendo ayuda al Gobierno de España". Además, ha destacado que "el operativo de la Junta es suficiente en condiciones normales y lo que estamos viviendo es inédito".
Para apoyar a la región "ha llegado la ayuda del Mecanismo Europeo de Protección Civil, con dos helicópteros", que esperan que estén operativos hoy, y ha agradecido la colaboración de la "UME, de las Comunidades Autónomas, de los Ayuntamientos y de las Diputaciones Provinciales".
Ante la catástrofe que está viviendo la región, Mañueco ha subrayado que "una vez se estabilice la situación, tiene que llegar la reflexión, no podemos permitir que esto vuelva a ocurrir, tenemos que estar preparados". El presidente ha recordado que "se ha duplicado el presupuesto del operativo antiincendios y se ha triplicado el esfuerzo que se hace en prevención".
No ha perdido la oportunidad para criticar a "aquellos que provocan los incendios intencionalmente; solo lo hacen para hacer daño". Ha aprovechado para recordar el caso de "un brigadista, que se encuentra en paro, y ha confesado haber provocado el incendio de Mombeltrán para tener trabajo".