Los especialistas insisten en que por cada euro invertido en cuidados preventivos se pueden ahorrar hasta cien euros en tratamientos futuros más complejos.
El verano es una época de descanso y desconexión, pero también un periodo crítico para la salud bucodental. La relajación de las rutinas y los cambios en los hábitos alimentarios pueden pasar factura a la sonrisa. Por ello, desde Soria Noticias se recuerda la importancia de mantener una correcta higiene y aprovechar las vacaciones para realizar las revisiones odontológicas pendientes en alguna de las 44 clínicas dentales disponibles.
La prevención es el pilar fundamental para una boca sana. Los especialistas insisten en que por cada euro invertido en cuidados preventivos se pueden ahorrar hasta cien euros en tratamientos futuros más complejos. El verano, con más tiempo libre, se presenta como una oportunidad ideal para programar esa visita al dentista que a menudo se pospone durante el resto del año.
Durante las vacaciones, es común alterar los horarios y las costumbres. Las comidas fuera de casa, el picoteo o las meriendas en el campo dificultan el cepillado inmediato. Esto permite que las bacterias presentes en la boca fermenten los restos de alimentos, generando ácidos que atacan el esmalte y favorecen la aparición de caries y otros problemas. Un descuido en la frecuencia del cepillado provoca la acumulación de sarro y placa bacteriana, lo que puede derivar en mal aliento, enrojecimiento, sangrado e inflamación de las encías.
Para combatir estos riesgos, se recomienda adoptar medidas sencillas: llevar siempre un kit dental de viaje (cepillo, pasta, seda dental y colutorio) es la mejor solución para poder cepillarse los dientes después de cada comida. Cuidar la alimentación, moderar el consumo de alcohol y tabaco, y no olvidar las rutinas de los más pequeños son otros consejos para que el final del verano solo traiga buenos recuerdos y no sorpresas.
Artículo en colaboración.