El servicio de urgencia, que ya ha atendido a más de 10.800 animales, estará activo hasta el 30 de septiembre, fecha en la que se implementará una ayuda directa por hectárea quemada.
Los incendios forestales que han afectado a diversas zonas de Castilla y León durante el verano han dejado un panorama desolador para el sector ganadero. La quema de miles de hectáreas de pastos ha puesto en una situación crítica a numerosas explotaciones, que se han quedado sin alimento para sus animales.
Para paliar esta grave situación, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha puesto en marcha un operativo de emergencia para garantizar la subsistencia del ganado. Según la información facilitada por el gobierno autonómico, la respuesta ha sido inmediata para evitar mayores pérdidas en un sector ya de por sí vulnerable.
El balance de la primera semana de actuación refleja la magnitud de la operación. Hasta la fecha, se han movilizado 55 camiones para distribuir paja, forraje y pienso. Los datos concretos del suministro son los siguientes:
Este servicio de suministro de urgencia tiene una fecha de finalización establecida. Según se acordó en la reunión mantenida entre la Consejería y las Organizaciones Profesionales Agrarias, el operativo se mantendrá activo hasta el próximo 30 de septiembre.
A partir de esa fecha, la Junta de Castilla y León implementará un nuevo modelo de apoyo. Se establecerá una ayuda directa al ganadero, cuya cuantía se modulará en función de dos variables clave: el número de hectáreas de pasto calcinadas y la carga ganadera de cada explotación.
Desde la Consejería se ha hecho un llamamiento a todos los ganaderos que necesiten acogerse a esta medida de urgencia. Para garantizar una gestión coordinada y agilizar las entregas, es fundamental que las solicitudes se tramiten a través de los servicios territoriales correspondientes de cada provincia.
El objetivo, según detallan desde la administración, es que la ayuda llegue a todos los afectados que la necesiten, estableciendo criterios de prioridad basados en las necesidades expresadas por los propios ganaderos.