El Numancia afronta este sábado a las 18:30h. el último test de pretemporada frente al Alavés B en El Burgo de Osma. Tras la llegada de numerosos fichajes en este mercado, Abel Segovia todavía tiene mucho trabajo por delante para engranar todas las piezas.
La pretemporada del Numancia va llegando a su fin tras un mes muy intenso de entrenamientos y de partidos amistosos. Los rojillos volvieron al verde de la Ciudad Deportiva el pasado 23 de julio con una plantilla muy distinta a la que acabó el curso el año pasado. Tan solo De Frutos, Danese, Bonilla, Moustapha, Cristián Delgado y Jony repetían de una campaña en la que se escapó el ascenso a Primera RFEF en los últimos segundos, algo ya habitual, por desgracia.
Aquel día también se estrenaba Abel Segovia. El míster aterrizó en Los Pajaritos a finales de junio después de la marcha de Aitor Calle. El andaluz desembarcó en tierras sorianas con una propuesta muy clara: ser protagonistas con balón y visitar con asiduidad la meta contraria para estar más cerca de la victoria.
La idea del míster conlleva su tiempo y más en una plantilla totalmente renovada, en la que la cantera también está teniendo protagonismo durante esta época estival. Al equipo se le ven intenciones a la hora de sacar el balón y de ser vertical en fases ofensivas; sin embargo, sus fallos defensivos le están condenando en una pretemporada con numerosos partidos. Tras perder con contundencia por 1-4 en el debut ante el Guadalajara, los rojillos lograron el primer triunfo en La Arboleda al vencer por 0-4.
Seguidamente, los de Segovia se presentaron ante su afición, derrotando al U.D. Logroñés por 1-0, otro de los gallitos de la categoría en un duelo en el que, a pesar de la victoria, no convencieron por su irregularidad en el juego. Después de dos triunfos consecutivos, los numantinos empataron a 1 en el campo del Ejea, antes de viajar a Ágreda, localidad en la que cayeron por 0-1 ante la S.D. Tarazona de Primera RFEF.
Por último, volvieron a perder en la Ciudad Deportiva por 1-2 ante el Conquense en un enfrentamiento en el que los errores en la zaga castigaron una vez más a una escuadra que tiene mucho trabajo por delante.
En el mundo del fútbol siempre se ha dicho que los resultados de la pretemporada hay que tomarlos con mucha cautela. Equipos nuevos, cuerpos técnicos recién llegados y una idea por adquirir necesitan su tiempo. Precisamente, en el Numancia se cumplen todos esos condicionantes en un curso en el que el único objetivo es el ascenso directo a Primera RFEF (reto compartido en todas las esferas de la entidad).
Este sábado, en el último duelo sin puntos en juegos, podrá ser la primera vez en la que veamos un once reconocible, que se parezca mucho al que se estrene en liga la próxima semana, frente al Alavés B. Ese encuentro sí que servirá para sacar las primeras conclusiones. Una vez pite el árbitro el final en El Burgo de Osma, se acabarán las pruebas. El sábado 6 de septiembre a partir de las 18:00h. los de Abel Segovia se estrenarán en Segunda RFEF ante un Lealtad, recién ascendido.
Un inicio sin fisuras, en el que no es escapen puntos, parece fundamental para que la idea del nuevo técnico cale en una plantilla que, a priori, parte con el cartel de favorita en un grupo en el que hay otros combinados peligrosos como la Gimnástica Segoviana, vieja conocida de los sorianos y recién descendida de la tercera categoría del fútbol español.