El CD Numancia comenzó la campaña 2025/2026 de Segunda RFEF con el pie izquierdo, y muy torcido. Un empate a uno contra un recién ascendido y con superioridad numérica en diferentes fases del partido solo deja sensaciones amargas. Que hayan jugado fuera de casa no sirve siempre como excusa.
El C.D. Numancia comienza la temporada con un decepcionante empate a uno en su visita al Lealtad de Villaviciosa. El conjunto rojillo fue incapaz de imponer su teórica superioridad ante un recién ascendido, desaprovechó una pena máxima en el último suspiro y dejó escapar dos puntos en un partido que evidencia una preocupante falta de dominio y contundencia.
El equipo dirigido por Abel Segovia saltó al césped con una propuesta teóricamente ofensiva, materializada en un sistema 4-3-3. Sin embargo, esta declaración de intenciones se quedó sobre el papel. Sobre el terreno de juego, el Numancia fue un equipo sin gobierno, incapaz de controlar el ritmo del partido y de generar juego fluido. Las sensaciones que transmite el equipo en su estreno liguero son, como mínimo, inquietantes.
A pesar del juego gris y colectivo, el encuentro dejó destellos individuales. Las intervenciones de Juancho, que dispuso de dos buenas oportunidades, y la actuación del revulsivo Héctor Peña, clave en el tramo final, fueron chispazos aislados en una tarde para el olvido para los intereses sorianos.
El partido se torció pronto para el Numancia. Apenas en el minuto ocho, un error grave del guardameta Joel Jiménez condicionó el desarrollo del choque. El portero rojillo midió mal su salida ante un centro desde la banda izquierda de Marcos Blanco, permitiendo que Krehl controlara el esférico en el primer palo y marcara a placer para adelantar al Lealtad. Un error así no se puede permitir si aspiras al ascenso directo.
La reacción numantina no llegó hasta el tramo final de la primera parte, coincidiendo con la expulsión del goleador local. En el minuto 38, Krehl vio la segunda tarjeta amarilla y dejó a su equipo con 10 hombres. Dos minutos antes, Jony remató de cabeza un saque de esquina botado por Fermín para establecer el 1-1 en el marcador. Y desde el campo daba la impresión de que el Numancia iba a empujar hasta ganar el partido.
Cuando parecía que el descanso allanaría el camino para una victoria soriana, otro error individual volvió a igualar las fuerzas. En el minuto 49, con el Numancia en superioridad, De Frutos perdió un balón comprometido en la salida desde la defensa y, al ser el último hombre, derribó a Baba, lo que le costó la roja directa. El equipo desaprovechaba así una oportunidad de oro para encarrilar el partido. Otro error imperdonable si quieres ascender como primero.
Con 10 jugadores por bando, el encuentro entró en unafase de mayor igualdad, aunque fue el Numancia quien dispuso de las ocasiones más claras para llevarse la victoria. La más notable llegó en el minuto 70, cuando Moustapha recibió un balón franco dentro del área y, con todo a favor para marcar, su remate se marchó desviado en una acción que recordó a oportunidades desperdiciadas en el pasado.
El guion del partido guardaba un último giro. En el minuto 87, el capitán local, Marcos Blanco, vio la segunda amarilla, dejando al Lealtad con nueve futbolistas. Con superioridad numérica de nuevo, el Numancia se volcó al ataque. Ya en el tiempo de descuento, una gran acción individual de Héctor Peña por la banda derecha acabó en un claro penalti a favor de los rojillos.
Sin embargo, la oportunidad de sumar los tres puntos se desvaneció desde los 11 metros. El portero local, Junquera, adivinó la intención de Jony y detuvo la pena máxima, sellando el definitivo empate a uno y dejando al conjunto soriano con un punto que sabe a muy poco.
En definitiva, el resultado es un fiel reflejo de lo visto sobre el césped. El Numancia no solo no dominó, sino que se mostró como un equipo vulnerable, castigado por errores groseros y con una alarmante falta de ideas para gestionar la superioridad numérica. El juego, en su conjunto, dejó mucho que desear, y el punto cosechado no puede enmascarar una actuación que genera más dudas que certezas de cara al futuro de la temporada.