A pesar de contar con un presupuesto mucho menor que el de sus principales rivales, el presidente augura un buen curso gracias al apoyo de las empresas e instituciones.
Carlos Heras ha afrontado uno de los veranos más apasionantes de los últimos años. Tras el ascenso a División de Honor Plata, el presidente del Balonmano Soria, ayudado por el resto de directivos, ha duplicado esfuerzos para lograr que el proyecto sea viable en la segunda categoría del balonmano nacional: “Estoy inquieto. Tengo ganas de que empiece el fuego real y de ver al equipo luchar por mantener la categoría”.
Los gastos se incrementarán respecto a los de los últimos años. Viajes más largos con desplazamientos a Andalucía o a Ibiza y la obligatoriedad de firmar contratos profesionales a varios jugadores son los principales desafíos que afrontan los amarillos este curso. Para superarlos, sus dirigentes han aumentado los contactos, todavía más, con numerosas empresas para obtener mayores ingresos en forma de patrocinios: “Somos conscientes de que formamos parte de una provincia con un tejido empresarial escaso. Por ello, debemos de ser muy cautos a la hora de planificar el curso 25/26”.
En ese contexto, aparecen unas instituciones que se presentan fundamentales para que el sueño del BM Soria sea posibles. Heras recalca que las subvenciones que reciben “nos permiten afrontar los gastos de la competición”. En total, la entidad dispone de un presupuesto de unos 250.000 euros, una cifra muy lejana a la que manejan otros combinados de Plata como Burgos, que supera los 800.000. Para poner de relieve el mérito de los sorianos, existen equipos en Primera Nacional (una categoría menor) como el BM Zamora que cuentan con 420.000 euros para planificar la temporada.
Ante esas desigualdades, los directivos amarillos tienen que afinar su puntería en las decisiones deportivas. Después de la marcha de una institución como Jordi Lluelles, el club apostó decididamente por Oriol Castellarnau, un técnico joven en el que cimentar un proyecto ambicioso. Su fichaje no ha podido salir mejor. Tras ganar la liga de Primera Nacional, superando a auténticos trasatlánticos, y lograr el ascenso -se quedaron a tan solo un gol en los play off, pero la renuncia de dos equipos les dio un premio más que merecido-, el técnico catalán volverá a ser el inquilino del banquillo: “Su fichaje no fue fruto de la casualidad. Llegó tras un estudio exhaustivo de sus cualidades. Queríamos alguien de su perfil”.
Por otro lado, también se ha hecho un esfuerzo importante para confeccionar la mejor plantilla en su regreso a División de Honor Plata: “Se ha hecho un equipo compensado, con calidad y con mucha hambre. Tengo muy seguro que no vamos a ser ninguna cenicienta”. Los amarillos intentarán mantener la categoría ante conjuntos con mucho mayor poderío económico. La Copa del Rey será otro de los atractivos de este año. En ella, los sorianos podrían medirse a un combinado de Asobal, cuatro campañas más tarde.
Otro de los pilares del BM Soria es su afición. El San Andrés es un fortín del que se escapan muy pocos puntos, siendo uno de los pabellones con mejor ambiente del panorama nacional. A la hora de hablar sobre los seguidores del equipo, Heras resalta que “todos los rivales son conscientes de que contamos con unos fanáticos ejemplares, muy respetuosos”.
La entidad espera batir todos los récords y alcanzar los 400 abonados en su regreso a División de Honor Plata. Equipos históricos o la Copa del Rey son algunos de los motivos para acompañar a los sorianos en este año tan apasionante.