La Junta de Castilla y León asegura que trabaja en una "inversión definitiva" para el colegio Gerardo Diego de Golmayo. El portavoz del ejecutivo, Carlos Fernández Carriedo, defiende que la instalación de aulas prefabricadas responde a una necesidad puntual y no al modelo educativo que promueve el gobierno regional.
El uso de aulas prefabricadas para acoger al alumnado del Primer Ciclo de la ESO en el colegio Gerardo Diego de Golmayo ha suscitado debate en la comunidad educativa. Ante esta situación, el portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha abordado la cuestión, enmarcando esta medida dentro de la excepcionalidad y asegurando que se trata de una solución temporal mientras se avanza en una alternativa definitiva.
Fernández Carriedo ha explicado que la instalación de estas estructuras no responde a un modelo educativo que el gobierno regional desee implantar. "Nosotros no creemos, a diferencia de lo que ocurre en otros sitios, que este sea el modelo ideal", ha afirmado el portavoz. Sin embargo, ha matizado que "se pueden dar circunstancias específicas muy singulares, muy aisladas, que determinen la obligación de ese tipo de aulas mientras se hacen las inversiones definitivas". Para el portavoz, el caso de Golmayo es uno de ellos, una "solución muy coyuntural en tanto y cuanto se dispone de la solución definitiva de la inversión".
El representante de la Junta ha insistido en el carácter aislado de estas medidas, comparando la situación con un caso reciente en Osorno (Palencia), donde una tormenta de granizo dañó el tejado de un centro y obligó a recurrir a instalaciones similares de forma provisional. Con este ejemplo, ha subrayado que se trata de respuestas a necesidades muy concretas. Finalmente, ha transmitido el compromiso del ejecutivo autonómico para agilizar una solución permanente para el centro soriano: "Nuestra idea es resolverlo y solucionarlo en el menor tiempo posible", ha concluido.