El Consistorio capitalino continúa trabajando en la nueva ordenanza que les dará soporte legal.
Aunque todavía no han entrado en funcionamiento, la instalación de las cámaras de vigilancia que controlarán los accesos, y por tanto limitarán el tráfico, de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Soria es ya una realidad. Esto ha despertado el nerviosismo de vecinos y comerciantes, que temen que estas restricciones reduzcan el número de potenciales clientes.
Ana Alegre, concejal en el Ayuntamiento de Soria, ha lanzado un mensaje de tranquilidad al afirmar que "apenas la notaremos" y aclarar que esta ZBE es más limitada de lo que muchos piensan. En total, serán 32 puntos de vigilancia con cámaras que podrán leer las matrículas ubicadas en las zonas pacificadas y el entorno del parque de la Dehesa.
Para hacernos una idea, el interior de las calles Caballeros, Betetas y Postas hasta las curvas de la Arboleda y la calle Tejera. Es decir, el Casco Viejo. Los residentes no tendrán ninguna limitación de acceso y tampoco a aquellos que entren en la Zona de Bajas Emisiones y aparquen en la zona azul o en los diferentes parkings de la ciudad.
La edil ha defendido una iniciativa que se incluye "dentro del proyecto de ciudad de los socialistas" y que servirá para "poner control al Casco, evitando accesos de los que ya se quejan muchos vecinos y obligando a que se cumplan los horarios de las cargas y descargas". Además, ha añadido que esta ZBE "ha sido necesaria y seguirá siéndolo" para que llegasen y lleguen otros proyectos financiados por Fondos Europeos.
El Consistorio capitalino continúa trabajando en la nueva ordenanza que dará soporte legal a las cámaras de vigilancia. Alegre ha señalado que el borrador de este nuevo texto se trasladará, antes de su aprobación, a la oposición y agentes sociales. Será después de todos estos trámites cuando puedan comenzar a funcionar realmente las cámaras ya instaladas.