En estas y otras fiestas de la provincia se pueden comprar artículos de grandes marcas a un coste mucho más reducido del real. A veces es el conocido como top manta, y si se detecta se producen detenciones. Otras, esas prendas se localizan en puestos que disponen de licencia municipal. ¿Se hace algo para evitarlo? Lo primero es saber que no todas estas prendas son iguales. Después, como todo, es una cuestión de competencias.
Ayer se daba a conocer la reciente detención de tres madrileños en Soria tras detectarles circulando con un vehículo cargado con 750 falsificaciones. Prendas de ropa a las que se daría salida supuestamente mediante venta ambulante en diferentes mercadillos de la provincia y que podrían alcanzar un valor de 25.000 euros.
Al conocer esta información, fue inevitable relacionarla con los municipios que celebran durante estas fechas algún tipo de fiestas. En Ágreda festejan San Miguel y este miércoles ha comenzado San Saturio en la capital soriana y, casi con toda seguridad, en ambas localidades se hayan podido o se pueden adquirir prendas de este tipo.
En Soria ya se han instalado los puestos que, con licencia municipal, ocupan el paseo del Espolón. Casetas en las que no es extraño que se encuentren artículos como camisetas de fútbol o bolsos de marca que, comprados en tienda, tendrían un valor mucho más alto, lo que a muchos les lleva a sospechar que también pueda tratarse de falsificaciones.
La concejala de Comercio en el Ayuntamiento de Soria, Yolanda Santos ha explicado la "delgada" diferencia que existe entre una imitación y una falsificación. Esta segunda es ilegal porque busca engañar al consumidor usando la marca o el logo original de forma fraudulenta, mientras que la imitación o réplica se refiere a una copia del diseño que no intenta hacerse pasar por el producto original al no usar los logotipos protegidos o al tener variaciones que la diferencian del original.
Santos, además, ha visibilizado las dificultades para actuar de oficio: "Tiene que ser la propia marca la que denuncie que se está vendiendo un producto que es una falsificación suya", ha comentado. De ahí, lo inusual de que una gran empresa internacional compruebe ciudad o ciudad, o pueblo a pueblo, que se den estas circunstancias
El Consistorio capitalino, según ha indicado la concejala de Comercio, "sí realiza un control sobre los permisos concedidos a los puestos ambulantes", especialmente durante las fiestas, para "asegurar que cumplen la normativa". Sin embargo, la capacidad de inspección sobre la autenticidad de los productos es competencia de la Junta de Castilla y León.