DEPORTES
Actualizado 06/10/2025 14:57:55
Cosme Egea Lucas

El CD Numancia ha vuelto a caer fuera de casa y es la segunda derrota consecutiva a domicilio. Los de Abel Segovia no están dando con la tecla en sus salidas y, aunque las sensaciones durante gran parte del partido fueron muy buenas y dejaron muchas luces, las sombras fueron muy grandes en momentos determinados, que dieron la victoria a la SD Sarriana por 4-2.

El CD Numancia volvió a tropezar ayer fuera de casa ante la SD Sarriana en Ribela. Los rojillos sumaron su segunda derrota consecutiva lejos de Soria, donde, en tres salidas, aún no han ganado ningún partido. Las sensaciones son preocupantes, porque los de Abel Segovia tenían una ventaja de 1-2 que dejaron escapar y se convirtió en una derrota por 4-2. Pero lo más llamativo es que los rojillos no son capaces de ganar a equipos que acaban de ascender de Tercera Federación. En la primera jornada de liga empataron en Villaviciosa dejando una imagen muy mala ante el Lealtad. Y ayer cayeron en Sarria con un resultado muy abultado.

Haciendo justicia al conjunto soriano, el resultado está demasiado "inflado", pues el Numancia, a diferencia de los partidos ante Lealtad y Bergantiños, tuvo minutos muy buenos, dominando el juego la mayor parte del encuentro. De hecho, la intensidad con la que salieron al campo los chicos de Segovia no se había visto en ninguna salida de la temporada. El técnico hizo pruebas en el centro del campo que le funcionaron: apostó por Moustapha de stopper, Buyla dando apoyos en ataque y siendo muy intenso en la presión, y Cristian Delgado por delante de la potente pareja africana. En los primeros compases del partido el Numancia dio la cara, con una presión alta e intensa y generando ocasiones. Así pues, en el minuto 13 llegó la primera gran ocasión por medio de Dani García. El atacante remató un centro en el segundo palo que se fue al poste. Minutos antes, Moustapha fue decisivo en una contra de la Sarriana, cortando en el área rojilla. Como siempre, la calidad la puso Héctor Peña que, desde el flanco derecho, centró con el exterior de su bota izquierda para que Dani García adelantara al Numancia en el 15'. Hasta ese momento, la superioridad de los sorianos era palpable.

Pero para ganar en Segunda RFEF no basta con ser superior. Hay que estar en alerta en todo momento y no despistarse ni un mínimo segundo. Pues bien, en dos minutos, dos despistes que le costaron un gol en contra a los sorianos. Villaverde entró al área de Joel Jiménez como quien va a la cocina de su casa y consiguió un córner para la Sarriana. El saque de esquina lo botó Millán y Ju, ante la pasividad de Marcos Sánchez, empató el encuentro. Era el minuto 44. Y sí, el Numancia había controlado el juego hasta ese minuto, en parte, por el gran trabajo de Buyla en el centro del campo a la hora de bajar balones y presionar.

El gol de los locales metió el miedo a todos los aficionados del Numancia, menos a Abel Segovia que convenció a sus jugadores en el vestuario de que tenían que ser tan intensos como en la primera parte. Dicho y hecho. En el 47', en un córner conseguido por Dani García, Fermín la jugó en corto para Héctor Peña que, esta vez desde el lado izquierdo, puso un centro al área pequeña y Jony no perdonó. El Numancia volvía a estar por delante, jugando bien. De hecho, los sorianos tuvieron la oportunidad de sentenciar el encuentro en el 64'. El Numancia, en esa jugada, parecía que combinaba al ritmo del Barcelona de Guardiola. Buyla envió en profundidad para Dani García, el delantero regateó en el flanco izquierdo a Fernando, portero de la Sarriana, y buscó a Jony en el área. Pero Jony... no fue capaz más que de rozar el esférico. Y no, en esta categoría no puedes perdonar.

Ningún equipo deja pasar la más mínima ocasión y, en dos minutos, la Sarriana aprovechó dos. En el minuto 66, en una contra, Boedo puso un buen balón a William que, desde dentro del área, chutó y, tras tocar en un defensa, metió. En el 68 los gallegos volvieron a armar la contra, otra vez con Boedo como protagonista. El ariete, en el perfil derecho del área, regateó a la muralla rojilla y se la dejó a Maycon para que definiera a placer. En cuatro minutos el Numancia pasó de poder hacer el 1-3 a ponerse 3-2. Vaya varapalo.

Segovia intentó reaccionar con cambios de corte ofensivo, como Álex Gil, Hugo Matos y Godson, y el equipo se volcó al ataque. Pero la Sarriana defendió como nunca y, salvo una ocasión aislada de Jony en el 86', que volvió a perdonar, los sorianos no tuvieron ocasiones claras de gol. En el 94' llegó otra contra de los gallegos. La nula intensidad de Bonilla y Delgado a la hora de defender una jugada que tendría que haber terminado en el centro del campo o en campo de la Sarriana, volvió a castigar al Numancia. Arona anotó y sentenció el encuentro.

Es difícil ganar fuera de casa en la categoría, sí, de hecho el Numancia lo vivió en sus propias carnes hace cuatro años, pero no puedes dejar pasar tus oportunidades y esperar que los rivales no aprovechen las suyas. El Numancia dominó, pero perdió el partido. Él solo. Por falta de intensidad en las únicas cuatro llegadas de la Sarriana. Por no aprovechar las dos buenas ocasiones que tuvo Jony, primero para sentenciar, después para empatar. Un cúmulo de errores que Segovia tiene que trabajar, el equipo tiene que trabajar, para revertir la situación y dejar de perder puntos a domicilio.

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