PROVINCIA
Actualizado 07/10/2025 20:39:38
Cosme Egea Lucas

La Ribera del Duero soriana se sobrepone a la amenaza de los hongos y espera una cosecha abundante en cantidad de uva. Sin heladas, el sector es optimista.


Las bodegas de la Ribera del Duero soriana encaran la vendimia de 2025 con optimismo moderado. Tras superar un ciclo marcado por la amenaza de los hongos, el sector prevé una recuperación notable en la producción gracias a la ausencia de heladas primaverales y a la altitud de los viñedos, que ha actuado como un escudo natural frente a la enfermedad.

El ciclo de la vid es una batalla anual contra los elementos, especialmente en una de las zonas vitivinícolas más extremas de España. Tras dos campañas consecutivas, las de 2023 y 2024, calificadas por el sector como “muy cortitas en kilos” debido a diversas inclemencias meteorológicas, la vendimia de 2025 se esperaba con una mezcla de esperanza y cautela. La naturaleza, este año, parece haber concedido una tregua en forma de ausencia de heladas tardías, la principal preocupación de los viticultores en primavera.

Sin embargo, nuevos protagonistas han entrado en escena: el Mildiu y el Oidio. Estos hongos, favorecidos por una primavera lluviosa y temperaturas suaves, han causado estragos en amplias zonas de la Denominación de Origen Ribera del Duero. En este escenario, la provincia de Soria ha vuelto a demostrar que su particular geografía es su mejor defensa, permitiendo a las bodegas no solo salvar la cosecha, sino también prever un aumento del volumen sin renunciar a la máxima calidad.

Sin hielo, con hongo

La principal noticia positiva de esta campaña ha sido la ausencia de heladas primaverales severas. “El año pasado también fue un año muy delicado, porque aquí cayó una helada en el día de la Comunidad”, recuerda María José García Moreno, enóloga de Bodegas Gormaz, que vio su producción mermada a solo 160.000 kilos. Este 2025, sin ese contratiempo, la planta ha podido desarrollarse plenamente. No obstante, las condiciones meteorológicas trajeron otro desafío. “Esas lluvias primaverales lo que hicieron fue que se desarrollara mucho un hongo, el Mildiu”, explica García Moreno.

Ana Carazo, enóloga y gerente de Bodegas La Loba, detalla las condiciones que propiciaron su aparición. “A una temperatura alrededor de 19 grados con humedad del 80% aparece en la hoja”, señala. El problema se agrava con el granizo o el viento, ya que “en el momento que esa planta crece y tiene un pequeño corte, le entra el hongo”. A pesar de que el Mildiu ha sido una amenaza en toda la Ribera, Carazo confirma que en Soria “ha existido a menor nivel”, lo que ha permitido un control más efectivo con la aplicación de tratamientos habituales.

Beneficios de altura

La clave de la menor incidencia del Mildiu en la provincia reside en su seña de identidad: la altitud. Los viñedos sorianos, situados a casi mil metros sobre el nivel del mar, cuentan con unas condiciones climáticas que actúan como barrera natural. “La suerte que nosotros hemos tenido es que los viñedos de la bodega, al estar en una cota muy alta, el Mildiu no nos ha afectado tanto”, afirma Carlos Rojo, gerente de Bodegas Castillejo de Robledo.

Esta ventaja competitiva ha permitido a las bodegas sorianas manejar la situación con mayor eficacia. “Hemos podido frenar a tiempo el hongo por las características de nuestro viñedo, por la climatología, por la altitud y por cómo cuidamos el viñedo”, añade Rojo. Esta menor presión de la enfermedad también se traduce en una viticultura más sostenible, ya que los tratamientos requeridos “no son tan fuertes como en otras zonas”. En Bodegas Gormaz coinciden en el diagnóstico: “Afortunadamente, hemos hecho muchos tratamientos de azufre y de cobre, y el hongo lo hemos controlado muy bien”, asegura María José García Moreno.

Así llega la cosecha

Con las enfermedades bajo control y sin los daños de las heladas, las previsiones de producción son muy positivas. En Bodegas Gormaz esperan mejorar los números del año anterior. “Este año, la previsión es duplicar la cosecha”, anuncia María José García Moreno, quien estima vendimiar entre 300.000 y 320.000 kilos, una cifra que considera una producción “normal” para la bodega. Por su parte, desde Castillejo de Robledo, Carlos Rojo confirma que “la cantidad y la calidad de uva será un poquito mayor que en años anteriores”, un alivio necesario tras dos ciclos de escasez.

Esta percepción es generalizada en el sector. A pesar de la afectación del hongo en algunas parcelas, Ana Carazo confirma que “hay más uva de la que pensábamos”. Este aumento de volumen es fundamental para la viabilidad de las bodegas, que podrán reponer existencias y afrontar el mercado con mayor solidez.

El volumen no está reñido con la excelencia. Todas las bodegas consultadas coinciden en que la vendimia manual es innegociable. “La selección de la uva empieza desde el viñedo”, sentencia Carlos Rojo, cuyo equipo realiza toda la recolección a mano y en cajas. En Bodegas Gormaz y La Loba, el proceso es similar, con una selección exhaustiva tanto en el campo como en la mesa de selección de la bodega para diferenciar calidades.

Aunque las recientes heladas nocturnas han afectado a la hoja, algunos de los enólogos confían en que la uva ha alcanzado ya un punto óptimo de maduración para garantizar vinos con la identidad y el sabor únicos de la Ribera del Duero soriana.

Así se detectan el Oidio y el Mildiu

Oidio

El Oidio presenta una capa de polvo o algodonosa blanca en la parte superior de hojas, tallos y frutos.

Mildiu

El Mildiu se presenta cuando la parte superior de las hojas tiene manchas amarillas y la inferior pelusilla.

Condiciones

El Oidio necesita aire seco y temperaturas cálidas, mientras que el Mildiu necesita humedad y lluvia.

El oro morado: la ribera del duero

La Denominación de Origen Ribera del Duero cuenta con una superficie total de 26.123 hectáreas de viñedo repartidas entre Soria, Burgos, Segovia y Valladolid. La provincia soriana aporta el 5,50% de esta extensión, lo que se traduce en unas 1.437 hectáreas. La zona de producción en Soria, que incluye 19 localidades, comienza en el término municipal de San Esteban de Gormaz y se extiende hacia el oeste, siguiendo el curso del río Duero, eje vertebrador que define el carácter de sus reconocidos vinos.

Mapa de la Ribera del Duero. Diseño de María Sierra.

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SoriaNoticias
  2. >Provincia
  3. >Así ha llegado la vendimia a Soria: entre la lucha contra los hongos en la vid y más uvas que en los últimos dos años