La seguridad del monumento obliga a priorizar la consolidación de las partes visibles antes de continuar con los trabajos arqueológicos.
La autorización emitida este jueves por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural permite iniciar una serie de actuaciones urgentes en el Castillo de Caracena. El objetivo principal es asegurar la integridad del muro sur interior del patio de armas, una estructura que presenta patologías y cuyo estado es clave para la seguridad de los arqueólogos que trabajan en la zona.
El proyecto, impulsado por Spain Heritage Invest, S.L., se centra en la aplicación de medidas de consolidación para frenar el deterioro y estabilizar el lienzo. Sin embargo, la aprobación no es un cheque en blanco, ya que el organismo ha establecido una serie de prescripciones técnicas muy estrictas y ha limitado el alcance de algunas de las actuaciones propuestas inicialmente para no comprometer la conservación del monumento.
Las intervenciones que han recibido el visto bueno se centran en la consolidación y protección del paramento. Estas medidas están diseñadas para ser lo menos invasivas posible y garantizar la estabilidad del muro a corto y medio plazo. Entre las principales actuaciones permitidas se encuentran:
A pesar de la autorización, la Comisión ha puesto freno a dos de las medidas más delicadas propuestas por la promotora, al considerar que podrían comprometer la seguridad y conservación del propio muro. Concretamente, no se autoriza la colocación de tablones de acuñado en las hiladas superiores ni la excavación completa de la base del muro.
El organismo ha determinado que la prioridad absoluta es la consolidación de las partes visibles del lienzo, especialmente en la zona más próxima a la torre del homenaje. Para ello, se exige la presentación, con la mayor celeridad posible, de un proyecto técnico específico para esta fase. Hasta que dicho proyecto no sea aprobado, no se podrá continuar con ninguna excavación arqueológica en el área afectada.
La Comisión recuerda que cualquier intervención futura en el castillo deberá contar con el correspondiente proyecto arqueológico, firmado por un técnico competente, para su evaluación y autorización. Además, se exige a la promotora la aportación de planimetría detallada sobre el estado actual del muro y sus patologías, así como los detalles constructivos de las soluciones que se van a implementar.
En este sentido, se especifica que cualquier perforación para anclajes deberá realizarse con brocas huecas sin percusión ni vibración, para minimizar el impacto sobre la estructura histórica. La planificación de la excavación de la base del muro deberá integrarse dentro de un proyecto arqueológico global que garantice la correcta documentación y preservación de los restos que puedan aparecer.