La rehabilitación de una vivienda en la villa de las tres culturas permite recuperar más de trescientas piezas cerámicas. Los fragmentos, con defectos de cocción, confirman la existencia de antiguos talleres en la zona, una actividad históricamente ligada a la población mudéjar.
La Comisión Territorial de Patrimonio Cultural ha dado su conformidad al informe de resultados de la intervención arqueológica realizada en una vivienda unifamiliar de la calle Ermita n.º 2. Los trabajos, promovidos por Felipe Martínez Gascón, se han llevado a cabo en el Barrio Moro, un área declarada Bien de Interés Cultural (BIC) dentro del Conjunto Histórico de Ágreda y que cuenta con un elevado potencial arqueológico.
La empresa especializada Arquetipo S.C.L. ha sido la encargada de ejecutar el Control arqueológico, una supervisión obligatoria en este tipo de actuaciones para garantizar la protección del subsuelo. Durante el seguimiento de las obras, los técnicos documentaron un estrato de relleno moderno sobre la base geológica natural de toba calcárea.
El hallazgo más significativo ha sido la recuperación de más de trescientos fragmentos cerámicos. El análisis de las piezas revela que se trata principalmente de utensilios de cocina y de mesa, como jarras, platos y cuencos, que presentan evidentes defectos de cocción. Esta característica ha llevado a los expertos a interpretar los restos como residuos de producción.
Estos desechos estarían directamente vinculados a los talleres alfareros locales que permanecieron activos en el barrio hasta mediados del siglo XX. La alfarería fue una actividad artesanal históricamente asociada a la población mudéjar y, posteriormente, morisca que habitó esta zona de Ágreda, dejando una profunda huella cultural y económica.
Tras su estudio y catalogación, todos los materiales recuperados quedarán en depósito provisional de la empresa arqueológica. El siguiente paso será su traslado definitivo al Museo Numantino de Soria, donde pasarán a formar parte de los fondos provinciales para su correcta conservación y posible exposición futura.
Paralelamente, toda la documentación generada durante la intervención, incluyendo planimetrías, fotografías y conclusiones, ha sido actualizada en la Plataforma de Archivo y Consulta Unificada (PACU) de la Junta de Castilla y León, garantizando su acceso para futuras investigaciones.
Esta actuación confirma, una vez más, la relevancia de los controles arqueológicos en cualquier intervención que se realice dentro de los conjuntos históricos. Según detalla el informe, estas supervisiones son la única herramienta eficaz para proteger y documentar un patrimonio que, de otro modo, podría perderse de forma irreversible.
Gracias a este seguimiento, se ha podido obtener información valiosa sobre el pasado industrial y artesanal de Ágreda, enriqueciendo el conocimiento sobre la vida y las costumbres de uno de sus barrios más emblemáticos.