Este espacio funerario surge por una cesión del Ayuntamiento para dar sepultura a los militares fallecidos en la provincia. Sus muros custodian los restos de personal de tropa que sirvió en la capital e incluso en la guerra de África.
El cementerio del Espino de Soria ha acogido este viernes el tradicional homenaje a los caídos por España, un acto solemne que las Fuerzas Armadas celebran en fechas cercanas al Día de Todos los Santos. La ceremonia ha servido para recordar a todos los militares difuntos y, de manera especial, a los ocho soldados que descansan en el panteón militar del recinto funerario, un espacio, ubicado concretamente en el patio San Saturio, que cuenta con más de un siglo de historia.
El acto ha sido organizado por la Subdelegación de Defensa en Soria y ha contado con la participación de una unidad de música, la cual ha añadido una mayor emotividad al tributo. El responsable de la entidad, el coronel Ángel Esparza, ha explicado que se trata de una ceremonia que se realiza anualmente en todos los cementerios que cuentan con un panteón militar.
"Es un sencillo acto homenaje a los caídos, para recordar a los militares difuntos y, en particular, a los ocho que tenemos aquí, en este panteón", ha señalado Esparza. Junto al personal de la subdelegación, también han asistido veteranos de la propia Subdelegación de Defensa y de la del Gobierno, así como miembros de la Guardia Civil para rendir honores.
El espacio funerario militar del cementerio del Espino tiene un origen singular. Según ha detallado el coronel Esparza, el panteón data de una cesión del Ayuntamiento de Soria en el año 1911, ante la necesidad de contar con un lugar para dar sepultura a los militares fallecidos en la provincia.
Su propósito original era acoger los restos de aquellos soldados de Soria que morían durante su cometido con el Ejército y cuyas familias carecían de los medios para trasladar el cuerpo a su lugar de origen. "Si alguien fallecía haciendo servicio militar aquí en Soria y la familia no tenía recursos para llevárselo para darle sepultura, también era enterrado en el panteón militar", ha explicado. El espacio, discreto, alberga los restos de militares enterrados entre 1911 y 1953.
Entre ellos se encuentra también el de un militar caído en la guerra de África. Esparza ha relatado que se trata de un joven que murió con 21 años durante aquel conflicto. "Estuvo enterrado allí. Cuando se le pudo repatriar se dedicaron los recursos para traerlo, y se le enterró en este panteón", ha relatado el coronel, mostrando la importancia del lugar como destino final para servidores de la patria.
La ceremonia se ha centrado exclusivamente en el homenaje a los que dieron su vida por España. Un relator ha ofrecido una pequeña introducción para dar paso a los momentos más simbólicos del tributo. Los asistentes han entonado el himno 'La muerte no es el final', uno de los momentos centrales del acto.
Posteriormente, se ha realizado una ofrenda de flores en memoria de los difuntos, seguida del solemne 'Toque de Oración', interpretado por la unidad de música.
La organización del evento ha corrido a cargo del mando territorial de Burgos, dirigido por el general Arrazola. Gracias a esta colaboración, el acto en Soria ha podido contar con la presencia de la banda militar. "Tenemos el privilegio de que nos ha dejado parte de esa unidad de música para hacer esto un poco más emotivo", ha concluido el responsable de la Subdelegación de Defensa en Soria.