La Junta de Castilla y León ha establecido el calendario para la negociación de los Presupuestos de 2026, convocando a los grupos políticos los días 14 y 17 de noviembre, tras las comparecencias de los consejeros entre el 10 y el 14. El proyecto, calificado como el mayor de la historia de la Comunidad, incluye medidas como la duplicación de las ayudas por hijo, un bono para autónomos y la fiscalidad más baja registrada.
La Junta de Castilla y León pone en marcha la tramitación de sus Presupuestos para 2026 con la convocatoria a los grupos parlamentarios para iniciar el diálogo. Entre el 10 y el 17 de noviembre se sucederán las comparecencias de los consejeros y las reuniones para negociar las que se anuncian como las cuentas más altas de la historia de la Comunidad.
El Gobierno autonómico ha fijado el calendario para el debate y la posible aprobación del proyecto presupuestario. Tal y como avanzó el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, el diálogo con los partidos políticos con representación parlamentaria es un paso clave en el proceso, que se iniciará una vez que los consejeros hayan detallado sus cuentas.
Según la información facilitada por la Consejería de Economía y Hacienda, el calendario comenzará con las comparecencias de los distintos consejeros en las Cortes de Castilla y León. Estas intervenciones se desarrollarán entre los días 10 y 14 de noviembre y servirán para informar con detalle sobre el contenido de cada sección presupuestaria y aclarar las dudas que puedan plantear los grupos.
Posteriormente, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, se reunirá con los representantes de los grupos parlamentarios los días 14 y 17 de noviembre. El objetivo de estos encuentros es dialogar sobre el proyecto y buscar los apoyos necesarios para su aprobación definitiva.
El Ejecutivo regional califica estas cuentas como el mayor presupuesto presentado en Castilla y León. El proyecto incluye un paquete de medidas de carácter social y económico con un notable incremento en varias partidas clave.
Entre las principales novedades anunciadas se encuentran:
En el ámbito fiscal, la Junta de Castilla y León subraya que el proyecto contempla la “fiscalidad más baja de la historia” de la Comunidad. El objetivo es impulsar el crecimiento económico a través de una política de impuestos moderados.
Se prevé que la mejora de los tramos y tipos de la tarifa autonómica del IRPF beneficie a 1.400.000 contribuyentes. Además, el proyecto recoge un total de 778 millones de euros en beneficios fiscales que llegarán a 621.000 personas, con especial protección a familias, jóvenes, autónomos, pymes y el medio rural. Según la Consejería, esta cifra duplica los beneficios fiscales existentes en el año 2018.