Además de las 49 máquinas quitanieves, el operativo cuenta con ocho depósitos de sal con una capacidad total de 6.500 toneladas y cinco depósitos de salmuera que pueden almacenar hasta 330.000 litros. El Gobierno trabaja en coordinación con la Junta de Castilla y León y la Diputación de Soria, además de prevén reuniones "con subdelegaciones limítrofes", como la de Zaragoza, para mejorar la actuaciones y evitar situaciones pasadas.
La Subdelegación del Gobierno en Soria ha presentado el protocolo de vialidad invernal para este año, un plan diseñado para garantizar la seguridad en los 550 kilómetros de la red de carreteras del Estado en la provincia. En un acto celebrado en el Centro de Conservación de Carreteras de la Variante Norte, la subdelegada accidental, Asunción Machín, ha detallado un dispositivo que ha calificado como "ampliamente dimensionado" y que movilizará un total de 49 máquinas quitanieves, "lo que equivale a una máquina por cada 11 kilómetros de vía", ha destacado.
El objetivo principal, según ha explicado Machín, es "garantizar la seguridad vial y que esta nieve no implique un riesgo mayor para la seguridad de los coches y de las personas". Para ello, el protocolo se centra en que los posibles cortes de circulación sean "lo más breves posible" y, sobre todo, en "proteger la integridad de los viajeros". Este plan provincial está coordinado con las directrices de la Dirección General de Protección Civil y la Delegación del Gobierno en Castilla y León.
Para hacer frente a las inclemencias meteorológicas, la provincia se ha dividido en tres zonas de conservación (Soria 1, Soria 2 y Soria 3), cada una dotada "de los medios necesarios". Además de las 49 máquinas quitanieves, el operativo cuenta con ocho depósitos de sal con una capacidad total de 6.500 toneladas y cinco depósitos de salmuera que pueden almacenar hasta 330.000 litros. La vigilancia y anticipación se apoyan en una red de nueve estaciones meteorológicas distribuidas por el territorio.
Se ha puesto especial atención en la zona de la A-2, en Medinaceli y Arcos de Jalón, considerada más conflictiva. En este sector, el dispositivo se refuerza con nueve máquinas compartidas con Aragón, dos depósitos de sal con capacidad para 1.800 toneladas y dos de salmuera con 175.000 litros.
El éxito del protocolo se fundamenta en tres pilares: coordinación, la cooperación y la comunicación. Esta estrategia implica una colaboración estrecha y constante entre todas las administraciones y cuerpos implicados. En este sentido, la subdelegada ha agradecido la labor de la unidad de Carreteras, la Guardia Civil, Protección Civil, las empresas concesionarias y el destacamento de Tráfico.
La coordinación se extiende a la Junta de Castilla y León, con la que se puede activar el CECOPI (Centro de Coordinación Operativo Integrado) en situaciones "de especial complicación. Asimismo, se han previsto reuniones operativas con otras provincias limítrofes".
Preguntada por la posible intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Machín ha explicado que su activación es un recurso para los casos más graves. El procedimiento se inicia cuando, en una fase de emergencia, el comité ejecutivo del CECOPI considera necesaria su intervención. La solicitud es tramitada por el subdelegado a la Delegación del Gobierno para su aprobación final.
Más allá del amplio dispositivo técnico y humano, la subdelegada ha hecho un llamamiento a la prudencia y la responsabilidad de los ciudadanos. "Debemos ser conscientes de que la nieve forma parte del invierno", ha manifestado. Ha insistido en la importancia de consultar los boletines de la DGT o utilizar las redes sociales para informarse del estado de las carreteras antes de iniciar un viaje.