La infraestructura hidráulica soriana mantiene unas reservas de 7,9 hectómetros cúbicos, lo que garantiza una situación de estabilidad en la cuenca del Nágima. Las cifras actuales contrastan con los registros del ejercicio anterior, cuando el volumen de agua embalsada apenas superaba la mitad del total disponible en la presa.
El embalse de Monteagudo de las Vicarías presenta esta semana un estado óptimo en sus reservas hídricas. Según los últimos datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno en Soria, la infraestructura almacena actualmente un total de 7,9 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone que se encuentra al 81,6 por ciento de su capacidad total, fijada en 9,7 hectómetros cúbicos.
Las cifras actuales reflejan una situación considerablemente mejor que la registrada en las mismas fechas del pasado ejercicio. Hace un año, el pantano acumulaba 5,4 hectómetros cúbicos, encontrándose entonces al 55,6 por ciento de su llenado. Esta diferencia pone de manifiesto una recuperación significativa de las reservas en esta zona de la provincia de Soria.
En cuanto a la evolución a corto plazo, la estabilidad es la nota predominante. Durante la última semana, el volumen de agua embalsada apenas ha sufrido variaciones, registrando un descenso casi imperceptible de 0,01 hectómetros cúbicos respecto a la medición anterior. Este mantenimiento de los niveles garantiza la disponibilidad del recurso en la zona.
Esta infraestructura hidráulica, gestionada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), se nutre de las aguas del río Nágima, un afluente del Jalón. Su función es clave para la regulación de los recursos hídricos en la comarca de las Vicarías, sirviendo tanto para el abastecimiento como para el regadío en esta área del sureste soriano.