El ejecutivo autonómico descarta, por el momento, imponer su uso obligatorio. No obstante se apela a la "máxima colaboración ciudadana" para frenar la incidencia de la gripe y otros virus respiratorios.
La Junta de Castilla y León prevé, a la vista de las últimas estadísticas, que la incidencia de la gripe tenga este año un impacto mayor que durante ejercicios anteriores. Para evitar tensiones en las consultas de atención primaria y los servicios de urgencia, se recomienda recuperar el uso de mascarilla en los espacios sanitarios. Así lo ha anunciado Carlos Fernández Carriedo, portavoz del ejecutivo autonómico, quien también ha descartado, por el momento, imponer su uso obligatorio.
Frente a las decisiones adoptadas por otras comunidades autónomas como Aragón, que ya han legislado para hacer preceptivo su uso en hospitales y centros de salud, el ejecutivo castellanoleonés confía en la responsabilidad individual. No obstante, Carriedo ha apelado a la "máxima colaboración ciudadana" para frenar la incidencia de esta enfermedad y otras infecciones respiratorias.
El portavoz ha justificado este llamamiento a la prudencia ante las previsiones sanitarias para la actual campaña. Según ha explicado, los expertos vaticinan un escenario complejo y, por ello, la Junta solicita a la población que se tome la recomendación "con el máximo interés" para generalizar el uso de la mascarilla, especialmente en el contacto con personas vulnerables y en espacios sanitarios.