El censo de 2024 confirma la estabilidad de la cigüeña negra en Castilla y León con 38 parejas y una productividad récord de 2,42 pollos, la más alta de la serie histórica. La especie mantiene su bastión en Salamanca y Zamora, concentrándose mayoritariamente en espacios de la Red Natura 2000.
Los datos recogidos durante el último año arrojan una doble lectura sobre la situación de una de las especies más emblemáticas y esquivas de la avifauna regional. El censo de 2024 de la cigüeña negra ha confirmado una "estabilidad" en la población reproductora de la Comunidad que, si bien se mantiene en cifras modestas por debajo de las 40 parejas, ha protagonizado un auténtico éxito reproductivo. Según ha informado la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, la campaña se ha cerrado con una productividad de 2,42 pollos por pareja, un dato que se sitúa "muy por encima" de la media nacional de referencia de 2017, establecida en 1,5, y que convierte a este ejercicio en el mejor de la serie histórica iniciada hace ocho años.
La monitorización, realizada por agentes medioambientales y celadores en el marco del Plan de Monitorización de la Biodiversidad, ha permitido localizar 38 parejas reproductoras tras revisar 83 plataformas y territorios históricos. Aunque el volumen de población es "ligeramente inferior" a la media del último sexenio, que suele fluctuar entre las 40 y 50 parejas, el éxito en la cría ha sido rotundo. De las 38 parejas seguras, se ha confirmado el vuelo de un total de 80 pollos, una cifra que invita al optimismo en la conservación de esta ave catalogada como vulnerable. No obstante, desde la administración regional han matizado que dada la "dificultad de detección" de los territorios, se requieren series de datos más largas para confirmar con certeza si existe un descenso poblacional real o si simplemente algunas parejas han pasado desapercibidas debido a su "discreción y dispersión".
El mapa de la cigüeña negra en Castilla y León dibuja una clara preferencia por el cuadrante suroccidental. La provincia de Salamanca se mantiene como el gran bastión de la especie con 24 parejas, a las que se suman dos territorios transfronterizos con Portugal. Le siguen Zamora con nueve parejas, Ávila con cuatro y Segovia con una única pareja localizada. La inmensa mayoría de estos ejemplares, concretamente el 78,9 %, ha elegido para nidificar entornos protegidos dentro de la Red Natura 2000, concentrándose especialmente en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Arribes del Duero, Douro Internacional y Cañones del Duero, que conforman una misma unidad ambiental de alto valor ecológico.
A diferencia de su pariente la cigüeña blanca, esta especie "rehúye de la presencia del hombre y evita los pueblos y ciudades", prefiriendo rincones apartados entre sierras y bosques. Esta naturaleza huidiza se refleja en la elección de sus nidos: de las 35 parejas con nido localizado y arreglado este año, 22 optaron por la seguridad de los cortados rocosos, mientras que 13 prefirieron instalarse en árboles, mostrando una clara predilección por el pino negral. Para garantizar su tranquilidad y supervivencia, la Junta ha asegurado que en los próximos años "intensificará la búsqueda de nuevos territorios" y reforzará los esfuerzos de prospección en zonas potencialmente favorables, con el objetivo de obtener una radiografía más precisa de esta "especie singular y vulnerable" de la fauna castellanoleonesa.